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Hacia 1950 el Maestro Tibetano planteaba que:
Actualmente (2009) se habla de la cibercultura, término que agrupa La Interactividad, la hipertextualidad y la conectividad, lo que ha sido posible gracias a la Tecnologías de la Información y la comunicación.
En el presente artículo se planteará la construcción del antakarana en términos de un dispositivo que permite la comunicación entre el usuario (el alma) y su mecanismo (la personalidad), para ello se han cambiado los términos antakarana por interfaz, sutratma por hélice y rayo por inteligencia (1). Es recomendable que durante la lectura, el lector tenga en mente las palabras Creatividad, Conectividad e Interactividad.
El alma humana (en contraposición con el alma, cuando actúa en su propio reino, libre de las limitaciones de la vida humana) está aprisionada y sujeta al control de las tres energías inferiores, durante la mayor parte de su experiencia. Luego, en el sendero de probación, la energía dual del alma empieza a acrecentar su actividad, y el hombre trata de emplear su mente en forma consciente y expresar amor?sabiduría. Éste es un simple enunciado de la meta a alcanzar por todo aspirante. Cuando las cinco energías empiezan a emplearse consciente y sabiamente en el servicio, se establece un ritmo entre la personalidad y el alma. Es como si se estableciera un campo magnético, y ambas unidades o energías agrupadas, vibrantes y magnéticas, se lanzan cada una al campo de influencia de la otra. Esto sucede sólo ocasionalmente, aunque raras veces en las primeras etapas; luego acontece más frecuentemente, estableciéndose así un sendero de contacto que, en su oportunidad, se convierte en la línea de menor resistencia, “el camino de acercamiento familiar”, como a veces ha sido denominado. De esta manera se construye el primer tramo del “puente” o interfaz.
De esta manera ambos se convierten en uno, completándose la primera gran unión en el sendero de retorno. Una segunda etapa del Camino debe por lo tanto ser hollada, la cual conducirá a una segunda unión de mayor importancia, pues conduce a liberarse totalmente de los tres mundos. No debe olvidarse que el alma, a su vez, es la unión de tres energías, de las cuales las tres energías inferiores son su reflejo. Constituye una síntesis de la energía de la Vida misma (demostrada como el principio vida en el mundo de las formas), de la energía de la intuición, amor?sabiduría o comprensión espiritual (que se demuestra como sensibilidad y sensación en el cuerpo emocional), y de la mente espiritual, cuyo reflejo en la naturaleza inferior es la mente o el principio inteligencia en el mundo de la forma.
Modernizando el concepto, podemos decir que las energías que animan al cuerpo físico y a la vida inteligente del átomo, los sensibles estados emocionales y la mente inteligente, deben oportunamente ser fusionados y trasmutados en energías que animan al alma. Éstas son la mente espiritual, que imparte iluminación; la naturaleza intuitiva, que confiere percepción espiritual, y la vivencia divina.
Después del tercer grado se recorre el “Camino” con gran rapidez, y se termina de construir el “puente” que une perfectamente la Tríada superior y el reflejo material inferior. Los tres mundos del alma y los tres de la personalidad se convierten en un solo mundo; donde el aprendiz trabaja y actúa, sin observar ninguna diferencia, considerando que un mundo es el de la inspiración y el otro el campo del servicio, considerados ambos sin embargo como un solo mundo de actividad. De estos mundos, el cuerpo subjetivo etérico (o cuerpo de inspiración vital) y el cuerpo físico denso, son los símbolos en el campo externo.
¿En qué forma se construye la interfaz? ¿Cuáles son los pasos que el discípulo debe seguir?
Primero, puedo asegurar que la verdadera construcción del interfaz sólo tiene lugar cuando el aprendiz comienza a enfocarse definidamente en niveles mentales, y por tanto, cuando su mente actúa inteligente y conscientemente. En esta etapa, debe empezar a tener una idea más exacta que hasta ahora, respecto a la diferencia que existe entre el pensador, el mecanismo pensante y el pensamiento, empezando por su función dual, que es:
1. El reconocimiento y la receptividad de las IDEAS.
2. La facultad creadora para construir conscientemente formas mentales.
Esto implica necesariamente una fuerte actitud mental y la reorientación de la mente hacia la realidad. Cuando el discípulo comienza a enfocarse en el campo mental (intención primordial de trabajo de meditación), empieza a trabajar en materia mental, se entrena en los poderes y usos del pensamiento. Logra cierta medida de control mental, y puede dirigir el faro de la mente en dos direcciones, hacia el mundo del esfuerzo humano y el mundo de la actividad del alma. Así como el alma se abre camino proyectándose en un hilo o corriente de energía en los tres mundos, así el discípulo se proyecta conscientemente hacia los mundos superiores. Su energía va, por medio de la mente controlada y dirigida, al mundo de la mente espiritual superior y al reino de la intuición. De esta manera se establece una actividad recíproca. De esta respuesta entre la mente superior y la inferior se habla simbólicamente en términos de luz, y el “camino iluminado” viene a la existencia entre la personalidad y la Tríada espiritual, por intermedio del cuerpo del alma, así como el alma se puso en contacto definido con el cerebro por medio de la mente. Este “camino iluminado” constituye el puente iluminado. Es construido por medio de la meditación, por el esfuerzo constante para atraer la intuición, por la subordinación y obediencia al Plan (que empieza a ser reconocido tan pronto como la intuición y la mente están en estrecha relación) y por la consciente incorporación al grupo para servir con el propósito de ser asimilado en el todo. Estas cualidades y actividades sientan su base sobre los cimientos del buen carácter y las cualidades desarrolladas en el sendero de probación.
El esfuerzo para atraer la intuición exige meditación dirigida, que no debe basarse en la aspiración. Además exige una inteligencia entrenada, de modo que la línea de demarcación entre la comprensión intuitiva y las formas de psiquismo superior, puedan verse con claridad. Requiere una constante disciplina de la mente, a fin de “mantenerse firme en la luz”, y el desarrollo de la correcta y cultivada interpretación, para que el conocimiento intuitivo logrado, pueda revestirse de las correctas formas mentales.
Puede decirse también que la construcción del puente, mediante el cual le es posible a la conciencia funcionar con facilidad en los mundos superior e inferior, se lleva principalmente a cabo por una tendencia definidamente dirigida en la vida, que conduce firmemente al hombre al mundo de las realidades espirituales, además de ciertos movimientos de reorientación o enfoque dirigidos, planificados y cuidadosamente programados. En este último proceso se valora lo adquirido durante los últimos meses o años, y el efecto de lo adquirido en la vida diaria y en el mecanismo corpóreo es cuidadosamente analizado; la voluntad de vivir, como ser espiritual, aparece en la conciencia con nitidez y determinación, trayendo un progreso inmediato.
La construcción del interfaz se lleva a cabo definidamente en el caso de todo estudiante consagrado. Cuando el trabajo se realiza inteligentemente y con plena percepción del propósito deseado, y cuando el aspirante no sólo es consciente del proceso sino que está alerta y activo en su cumplimiento, prosigue el trabajo rápidamente y el puente se va construyendo.
Sería inteligente aceptar el hecho de que la humanidad está ahora en posición de iniciar el proceso definido de construcción del vínculo o puente, entre los distintos aspectos de la naturaleza del hombre, de manera que en vez de diferenciación habrá unidad y en lugar de una atención fluida y movediza, dirigida aquí y allá, en el campo de la vida material y de las relaciones emocionales, habremos aprendido a controlar la mente, a eliminar las divisiones, y la atención inferior podrá así ser dirigida a voluntad en cualquier dirección deseada. Entonces los aspectos natural y espiritual del hombre podrán ser enfocados donde sea necesario.
Este trabajo de construcción del puente ha sido realizado en parte. La humanidad toda, ha eliminado la brecha entre la naturaleza emocional y el cuerpo físico. Debería observarse aquí que la construcción del puente debe ser hecha en el aspecto conciencia, y concierne a la continuidad de percepción que tiene el hombre de la vida, en todos sus variados aspectos. La energía utilizada para conectar, en la conciencia, al cuerpo físico y al emocional, está enfocada en el plexo solar. En la actualidad, hablando en términos simbólicos, muchas personas están llevando a cabo la construcción del puente y vinculando la mente con los dos aspectos ya conectados. Este hilo de energía emana de la cabeza o está anclado allí. Algunas personas, lógicamente muy pocas, están vinculando firmemente el alma con la mente, la cual a su vez se vincula con los otros dos aspectos. La energía del alma, cuando está vinculada con los demás hilos, tiene su anclaje en el corazón. Muy pocas personas, los iniciados del mundo, habiendo logrado las síntesis inferiores, tratan ahora de obtener una unión aún superior, con esa triple realidad que utiliza el alma como medio de expresión, así como el alma a su vez se esfuerza por utilizar su sombra, el triple hombre inferior. Estas diferenciaciones y unificaciones son formulismos, palabras, símbolos, que se utilizan para expresar acontecimientos y sucesos en el mundo de las energías y fuerzas, con las cuales el hombre está definidamente implicado. A estas unificaciones nos referimos cuando consideramos el tema del aprendizaje.
La Naturaleza del interfaz
Una de las dificultades de este estudio es que el trabajo realizado hasta ahora sobre el interfaz se ha hecho en forma totalmente inconsciente. La concepción de este trabajo creador y la construcción del puente al principio, tiene poca respuesta en la naturaleza mental. Para expresar estas ideas tenemos además que crear prácticamente una nueva terminología, pues no se dispone de palabras apropiadas que definan lo que se quiere significar. Así como las ciencias modernas han elaborado su propia terminología, totalmente nueva, en el transcurso de los últimos cuarenta años, así esta ciencia deberá elaborar su nomenclatura particular. Mientras tanto, serán empleadas lo mejor posible las palabras de que disponemos.
Mi segundo propósito es advertir, a quienes estudian estos tópicos, que con el tiempo llegarán a comprenderlos, pero en la actualidad todo lo que pueden hacer es depender de la invariable tendencia del subconsciente a penetrar en la superficie de la conciencia, en forma de actividad refleja, para establecer continuidad de conciencia. Esta actividad refleja de la naturaleza inferior, corresponde al desarrollo de la continuidad entre la superconciencia y la conciencia que se desarrolla en el sendero del discipulado. Todo ello forma parte del proceso de integración, en tres etapas, probándole al discípulo que toda vida, en términos de conciencia, es revelación.
Otra de las dificultades del estudio de las tecnologías, respecto a lo que se denomina “desarrollo consciente de los reconocimientos divinos” (o verdadera percepción`), es el antiguo hábito de la humanidad de materializar cualquier conocimiento. Todo cuanto ha aprendido el hombre en el transcurso de los siglos ha sido aplicado al mundo de los fenómenos y procesos naturales y no al reconocimiento del Yo, del Conocedor, del Testigo, del Observador. Pero cuando el hombre entra en el sendero debe autoeducarse en el proceso de utilizar el conocimiento respecto a la Identidad consciente y autoconsciente, o al Individuo autocontenido y autoiniciado. Cuando llega a realizarlo, trasmuta el conocimiento en sabiduría.
Anteriormente hablé de “conocimiento?sabiduría”, término sinónimo de “fuerza?energía”. El conocimiento aplicado es fuerza que se expresa a sí misma; la sabiduría aplicada es energía en acción. Estas palabras expresan una gran ley espiritual que harían bien en considerar cuidadosamente. La fuerza?conocimiento concierne a la personalidad y al mundo de los valores materiales; la energia?sabiduría se expresa por medio del hilo de la conciencia y del hilo creador, pues constituyen dos hilos trenzados en un solo cordón. En el discípulo representan la fusión del pasado (el hilo de la conciencia) y del presente (el hilo creador), constituyendo en conjunto aquello que en el sendero de retorno se denomina generalmente interfaz, lo cual no es totalmente exacto. El hilo de energía?sabiduría es el hilo de la vida o hélice, pues éste (cuando se ha fusionado con el hilo de la conciencia) se lo denomina también interfaz. Quizás aclararía la dificultad si indicara que estos hilos, aunque existen eternamente en tiempo y espacio, aparecen distintos y separados, hasta que el hombre deviene un discípulo probacionista y, en consecuencia, está llegando a ser consciente de sí mismo y no únicamente del no?yo. Existe el hilo de la vida o hélice, y el hilo de la conciencia; el primero está anclado en el corazón y el segundo en la cabeza. El hilo creador, en uno de sus tres aspectos, en pasados siglos, ha sido lentamente tejido por el hombre. Este hecho lo comprueba la actividad creadora del hombre, durante los dos últimos siglos, de manera que hoy el hilo creador es, en términos generales, una unidad en lo que respecta al conjunto humano y especialmente al discípulo individual, formando un fuerte hilo compactamente urdido en el campo mental.
Quisiera señalar además otras relaciones. Saben muy bien que en el campo mental se hallan los tres aspectos de la mente, o los tres puntos focales de la percepción y actividad mentales: (3)
1. La mente concreta inferior, se expresa casi totalmente por medio de la quinta Inteligencia de ciencia concreta, reflejando la fase inferior del aspecto voluntad de la divinidad, resumiendo en sí todo el conocimiento y la memoria álmica. Dicha mente concreta inferior está relacionada con los pétalos del conocimiento del loto álmico, pudiendo obtener una pronunciada iluminación del alma y demostrar eventualmente que es el faro del alma. Puede ser controlada mediante el proceso de concentración. Es transitoria en tiempo y espacio. Por medio del trabajo consciente y creador puede relacionarse con el átomo manásico permanente o con la mente abstracta.
2. El Hijo de la Mente, es el alma misma, regida por el segundo aspecto de cada uno de los siete inteligencias -algo que les pido recordar seriamente. Refleja la fase inferior del aspecto amor de la divinidad y resume en sí los resultados de todo el conocimiento acumulado, que es la sabiduría iluminada por la luz de la intuición. Otra manera de expresarlo sería describiendo al hijo de la mente como amor que se vale de la experiencia y del conocimiento, y manifestándose muy plenamente por medio de los pétalos de amor de su ser innato. Mediante el dedicado y consagrado servicio pone en actividad el Plan divino en los tres mundos de la realización humana. Por lo tanto, está relacionado con el segundo aspecto de la Tríada espiritual y entra en actividad funcionante por medio de la meditación. Entonces controla y utiliza la personalidad concentrada, para sus propios fines espirituales, por intermedio de la ya mencionada mente iluminada. Es eterno en tiempo y espacio.
3. La Mente Abstracta, se revela totalmente por la influencia de la primera Inteligencia, la del dinamismo o Poder, reflejando el aspecto superior de la voluntad de la divinidad o del principio álmico; resume en sí, cuando se ha desarrollado plenamente, el propósito de la Deidad, llegando de este modo a ser responsable del surgimiento del Plan. Energetiza los pétalos de la voluntad, hasta el momento en que la vida eterna del alma es absorbida por aquello que no es ni transitorio ni eterno, sino interminable, ilimitado y desconocido. Es puesto en funcionamiento consciente mediante la construcción del interfaz. Este “radiante puente o arco iris” une la personalidad iluminada, enfocada en el cuerpo mental, motivada por el Amor del alma, con el Espíritu o la Vida Una, lo cual permite al divino Hijo de Dios, en manifestación, expresar el significado de las palabras: Dios es amor y Dios es Fuego consumidor. Este fuego energetizado por el amor ha consumido todas las cualidades de la personalidad, dejando únicamente un instrumento purificado, matizado por el inteligencia del alma, no necesitando ya el cuerpo del alma. Para entonces la personalidad ya habrá absorbido completamente al alma o, más exactamente, el alma y la personalidad se habrán fusionado y unificado en un sólo instrumento para ser empleado por la Vida Una.
La Técnica de la Construcción
Tengo la intención de ser muy práctico. La construcción del interfaz (conscientemente emprendida en el sendero del discipulado) es un proceso que se sigue de acuerdo a antiguas y comprobadas reglas. Cuando son correctamente seguidas, la secuencia de los sucesos y la aparición de los resultados deseados son inevitables e ineludibles. Gran parte de lo que podría decir, relacionado con las realidades subjetivas, tendrá poco valor para el estudiante común, pues -siendo hechos existentes y ocultos en un proceso natural- son todavía irrealizables. Mi problema consiste en presentar el proceso de tal manera que -al inicio de este siglo- lleve a los educadores a pensar, hablar y enseñar en términos de construcción del puente, acercándose así a los enunciados básicos que tienen una influencia definida sobre el punto que estamos considerando. Quisiera recapitular aquí muy sucintamente algunos de ellos, para su atención:
1. La Cruz Mutable y la Cruz Fija. (4)
2. La Humanidad y la Jerarquía.
3. La triplicidad inferior, la personalidad, y la Tríada espiritual.
4. La Espíritu en su propio campo y el mundo objetivo externo.
Esto lo hace por medio de la Intención, Visualización, Proyección, Invocación y Evocación, Estabilización y Resurrección. De estas diferentes etapas nos ocuparemos ahora.
Seis Etapas del Proceso de Construcción.
He empleado seis palabras para expresar este proceso y su condición resultante. Será útil estudiarlas desde el ángulo de su significación oculta -significación que por lo general no es aparente, excepto para el discípulo entrenado, a quien se le ha enseñado a penetrar en el mundo de significados y a interpretar aquello que no es evidente para el neófito. Quizás, para cuando hayamos investigado estas palabras, el método de construcción y el medio por el cual el interfaz se construye, aparecerán con mayor claridad.
Estas palabras definen una técnica de construcción o proceso de manipulación de energía, que trae a la existencia una relación entre la espíritu y el ser humano que aspira alcanzar la plena liberación y huella el sendero del discipulado y de la iniciación, y puede crear un canal de luz y vida entre los aspectos divinos superior e inferior y construir un puente entre el mundo de la vida espiritual y el de la vida diaria en el campo físico. Constituye una técnica para producir el tipo más elevado de dualismo y para eliminar la triple expresión de la divinidad, intensificando por este medio la expresión divina y acercando al hombre a su meta final. Los discípulos deben recordar siempre que la conciencia egoica es una etapa intermedia. Es también un proceso por el cual -desde el ángulo de los reinos subhumanos de la naturaleza- la humanidad misma se convierte en intermediario divino y en transmisor de energía espiritual para esas vidas cuyas etapas de conciencia están por debajo de la autoconciencia. La humanidad llega a ser para esas vidas -en su totalidad- lo que la Jerarquía para la humanidad. Este servicio será únicamente posible cuando la raza humana en número suficiente, se caracterice por el conocimiento de la dualidad superior y sea cada vez más consciente del alma y no sólo del yo. Entonces podrá ser trasmitida dicha energía por medio del interfaz. (5)
Por lo tanto, consideraremos los seis aspectos de una técnica básica de construcción y nos esforzaremos por llegar a su significado esotérico y creador.
1. Intención.
La energía activa creadora de imágenes, puesta en actividad por la mente del constructor.
3. Proyección.
Conciencia del punto de tensión enfocada.
Conciencia de la energía de rayo en su aspecto voluntad.
Se obtiene mediante la prolongada y paciente aplicación de los cuatro procesos anteriores, seguida del uso consciente de la interfaz.
6. Resurrección y Ascensión.
La elevación de la conciencia, fuera de las limitaciones del alma y de la personalidad (desde el ángulo de la mónada), y su entrada en la conciencia de la Tríada espiritual.
Los Siete Métodos Inteligentes Empleados en el proceso de Construcción.
Hasta no alcanzar la etapa de proyección, los métodos que emplean los discípulos de cada Inteligencia son idénticos. Su intención es una, y todos deben lograr la misma medida de tensión y preparación para la construcción del puente, reuniendo la necesaria energía desde dos fuentes -la personalidad y el alma. Por medio de este enfoque y su tensión resultante, y por la evocación de la Tríada espiritual y el principio del proceso dual de construcción desde ambos extremos del puente (si es posible y permitido emplear esta frase), el trabajo avanza uniformemente. Entonces se emplea la imaginación creadora, que constituye la segunda etapa, presentando gran dificultad a los aspirantes de la primera y séptima inteligencias. Ninguno de ellos puede organizar con facilidad la energía material, orientar las corrientes de energía y ver su objetivo, clara y pictóricamente, con el ojo de la mente, siendo un proceso sumamente difícil. Sin embargo deben hacerlo de alguna manera, porque el empleo de la imaginación visual es un factor esencial en el proceso de construcción y uno de los principales medios de enfoque, previo a la proyección.
Este proceso de proyección comprende tres actividades principales:
1. Después del debido enfoque y de una cuidadosa, secuencial y sistemática visualización del “arco iris”, el discípulo -mediante un esfuerzo definido e independiente- evoca el aspecto voluntad de su naturaleza, hasta donde le es posible en esta encarnación. En relación con esto surgen los diferentes métodos de inteligencia, y su diferencia la determina la cualidad de la vida de inteligencia.
2. El discípulo debe mantener constantemente la triple conciencia, no solo en teoría, sino de hecho, para que emplee simultáneamente las tres líneas paralelas de pensamiento, o las tres corrientes de energía activa:
a. Es consciente que, como personalidad y alma, está abocado al proceso de la construcción del puente, sin perder en ningún momento su sentido de identificación consciente.
b. Es consciente del centralizado punto de tensión alcanzado y que han contribuido a ello tres corrientes de energía -la energía enfocada de la personalidad, ubicada en la mente concreta inferior, la afluyente energía magnética del alma, surgiendo de los doce pétalos de las tres hileras, además de la hilera del loto egoico, y la energía de la “joya en el loto”, afluyendo todas al centro de tensión, en los niveles mentales de la mente inferior.
c. Es consciente de la proporción de conciencia de la energía de su rayo que puede penetrar en su percepción, siendo ésta la energía de su rayo egoico y no la fuerza de la personalidad. Se esfuerza por considerarse como un punto de determinada energía matizada por la vida de su rayo, y tiene cuidadosamente presente que la energía de su rayo egoico es la principal energía por la cual la mónada trata de expresarse, y también que su triple vehículo egoico es un reflejo de los tres aspectos de la Tríada espiritual, estando estrechamente relacionado con ellos. Esta relación y su interacción y efecto conscientes, son evocados por la construcción de la interfaz, que eventualmente (cuando son suficientemente poderosos) activan la irradiación de la “joya en el loto”.
3. Cuando estas tres etapas de realización se han completado hasta donde el discípulo se siente capaz de desarrollarlas, sólo entonces se prepara para emplear específicamente su método de rayo, en preparación para el “sonido proyector” o Palabra de Poder. Las Siete palabras de poder son:
1. Para la Inteligencia Dinámica: “YO AFIRMO LA REALIDAD”.
2. Para la inteligencia Intrapersonal o Consciente: “VEO LA MÁXIMA LUZ”.
3. Para la inteligencia Activa o inventiva “YO SOY EL PROPÓSITO MISMO”.
4. Para la Inteligencia Armónica o musical “DOS SE FUSIONAN EN UNO”
5. Para la Inteligencia Científica o Investigativa: “TRES MENTES SE UNEN”
7. Para la Inteligencia Emprendedora : “LO SUPERIOR Y LO INFERIOR SE UNEN”
Se observará que en todas estas Palabras de Poder emergen dos pensamientos evidentes; primero, que la meta de toda actividad es la total fusión de los tres aspectos y, segundo, que se obtiene conciencia de esto mediante la construcción y el empleo del puente entre la Tríada espiritual y la Personalidad. Como verán, éstas son afirmaciones definidas, basadas en el conocimiento que conduce a la convicción. Hemos concluido prácticamente el estudio del interfaz.
NOTAS DEL EDITOR:
1. Tomado del libro Los Rayos y las Iniciaciones. de Djwhal Khul.
2. Nicholas Negroponte desarrolla el concepto de Interfaz en el libro Ser digital. Amorah Quan Yin plantea los Ejercicios Pleyadianos para activar el prana o Ka, como la interfaz que comunica con el ADN.
3. Una teoría triárquica de la Inteligencia fue planteada por Robert Sternberg en 1989, la Teoría de las inteligencias múltiples por Howard Gardner en 1993.
4. La cruz mutable la conforman los signos géminis, virgo, sagitario, piscis; la cruz fija los signos acuario, leo, tauro y escorpio.
5. El símbolo del Yin-Yang representa esa dualidad básica y lo plantea Fritjof Capra en el libro el Tao de la Física como ejemplo de simetría rotativa.
Fuente: http://hermandadblanca.org/
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Hacia 1950 el Maestro Tibetano planteaba que:
- La Ciencia del Antakarana está relacionada con todo el problema de la energía, pero especialmente con la energía manipulada por el individuo y las fuerzas mediante las cuales él se relaciona con otros individuos o grupos, denominaba:
- ENERGIA: a todas las fuerzas que afluyen al individuo desde cualquier dirección y origen. A estas energías principales frecuentemente se les ha dado el nombre de “sutratma”, “hilo de vida” o “cordón plateado”.
- FUERZA: a todas las energías que -después de la debida manipulación y concentración- el individuo o el grupo proyecta hacia cualquier dirección y con muchos y posibles móviles, algunos buenos, pero la mayoría egoístas.
- La Ciencia del Antakarana, hablando técnicamente y para el propósito grupal, es especialmente la ciencia de la manifestación de la luz, que da como resultado la revelación y los cambios consiguientes. Debe recordarse que:
- La luz es sustancial, y desde el punto de vista del espíritu es una sublimación o forma superior de sustancia material.
- La luz es también la cualidad o la característica principal del alma en su propio reino, y del cuerpo etérico (eventualmente un reflejo del alma) en los tres mundos de la evolución humana.
- La ciencia que estamos considerando tiene por objeto fusionar las luces inferiores con las superiores, de manera que brille una sola luz en la manifestación física, lográndose, por consiguiente, una síntesis de la luz.
Actualmente (2009) se habla de la cibercultura, término que agrupa La Interactividad, la hipertextualidad y la conectividad, lo que ha sido posible gracias a la Tecnologías de la Información y la comunicación.
En el presente artículo se planteará la construcción del antakarana en términos de un dispositivo que permite la comunicación entre el usuario (el alma) y su mecanismo (la personalidad), para ello se han cambiado los términos antakarana por interfaz, sutratma por hélice y rayo por inteligencia (1). Es recomendable que durante la lectura, el lector tenga en mente las palabras Creatividad, Conectividad e Interactividad.
La Construcción del interfaz (2)
Aquí no nos ocuparemos de la enseñanza preliminar de la ciencia del antakarana, pues el estudiante la encontrará en el libro titulado Educación en la Nueva Era. Esa preliminar presentación debe ser estudiada antes de emprender la etapa más avanzada que comienza aquí. Por lo tanto, consideraremos paso a paso esta ciencia que está demostrando ser fuente útil para la experimentación y la prueba.El alma humana (en contraposición con el alma, cuando actúa en su propio reino, libre de las limitaciones de la vida humana) está aprisionada y sujeta al control de las tres energías inferiores, durante la mayor parte de su experiencia. Luego, en el sendero de probación, la energía dual del alma empieza a acrecentar su actividad, y el hombre trata de emplear su mente en forma consciente y expresar amor?sabiduría. Éste es un simple enunciado de la meta a alcanzar por todo aspirante. Cuando las cinco energías empiezan a emplearse consciente y sabiamente en el servicio, se establece un ritmo entre la personalidad y el alma. Es como si se estableciera un campo magnético, y ambas unidades o energías agrupadas, vibrantes y magnéticas, se lanzan cada una al campo de influencia de la otra. Esto sucede sólo ocasionalmente, aunque raras veces en las primeras etapas; luego acontece más frecuentemente, estableciéndose así un sendero de contacto que, en su oportunidad, se convierte en la línea de menor resistencia, “el camino de acercamiento familiar”, como a veces ha sido denominado. De esta manera se construye el primer tramo del “puente” o interfaz.
De esta manera ambos se convierten en uno, completándose la primera gran unión en el sendero de retorno. Una segunda etapa del Camino debe por lo tanto ser hollada, la cual conducirá a una segunda unión de mayor importancia, pues conduce a liberarse totalmente de los tres mundos. No debe olvidarse que el alma, a su vez, es la unión de tres energías, de las cuales las tres energías inferiores son su reflejo. Constituye una síntesis de la energía de la Vida misma (demostrada como el principio vida en el mundo de las formas), de la energía de la intuición, amor?sabiduría o comprensión espiritual (que se demuestra como sensibilidad y sensación en el cuerpo emocional), y de la mente espiritual, cuyo reflejo en la naturaleza inferior es la mente o el principio inteligencia en el mundo de la forma.
Modernizando el concepto, podemos decir que las energías que animan al cuerpo físico y a la vida inteligente del átomo, los sensibles estados emocionales y la mente inteligente, deben oportunamente ser fusionados y trasmutados en energías que animan al alma. Éstas son la mente espiritual, que imparte iluminación; la naturaleza intuitiva, que confiere percepción espiritual, y la vivencia divina.
Después del tercer grado se recorre el “Camino” con gran rapidez, y se termina de construir el “puente” que une perfectamente la Tríada superior y el reflejo material inferior. Los tres mundos del alma y los tres de la personalidad se convierten en un solo mundo; donde el aprendiz trabaja y actúa, sin observar ninguna diferencia, considerando que un mundo es el de la inspiración y el otro el campo del servicio, considerados ambos sin embargo como un solo mundo de actividad. De estos mundos, el cuerpo subjetivo etérico (o cuerpo de inspiración vital) y el cuerpo físico denso, son los símbolos en el campo externo.
¿En qué forma se construye la interfaz? ¿Cuáles son los pasos que el discípulo debe seguir?
Primero, puedo asegurar que la verdadera construcción del interfaz sólo tiene lugar cuando el aprendiz comienza a enfocarse definidamente en niveles mentales, y por tanto, cuando su mente actúa inteligente y conscientemente. En esta etapa, debe empezar a tener una idea más exacta que hasta ahora, respecto a la diferencia que existe entre el pensador, el mecanismo pensante y el pensamiento, empezando por su función dual, que es:
1. El reconocimiento y la receptividad de las IDEAS.
2. La facultad creadora para construir conscientemente formas mentales.
Esto implica necesariamente una fuerte actitud mental y la reorientación de la mente hacia la realidad. Cuando el discípulo comienza a enfocarse en el campo mental (intención primordial de trabajo de meditación), empieza a trabajar en materia mental, se entrena en los poderes y usos del pensamiento. Logra cierta medida de control mental, y puede dirigir el faro de la mente en dos direcciones, hacia el mundo del esfuerzo humano y el mundo de la actividad del alma. Así como el alma se abre camino proyectándose en un hilo o corriente de energía en los tres mundos, así el discípulo se proyecta conscientemente hacia los mundos superiores. Su energía va, por medio de la mente controlada y dirigida, al mundo de la mente espiritual superior y al reino de la intuición. De esta manera se establece una actividad recíproca. De esta respuesta entre la mente superior y la inferior se habla simbólicamente en términos de luz, y el “camino iluminado” viene a la existencia entre la personalidad y la Tríada espiritual, por intermedio del cuerpo del alma, así como el alma se puso en contacto definido con el cerebro por medio de la mente. Este “camino iluminado” constituye el puente iluminado. Es construido por medio de la meditación, por el esfuerzo constante para atraer la intuición, por la subordinación y obediencia al Plan (que empieza a ser reconocido tan pronto como la intuición y la mente están en estrecha relación) y por la consciente incorporación al grupo para servir con el propósito de ser asimilado en el todo. Estas cualidades y actividades sientan su base sobre los cimientos del buen carácter y las cualidades desarrolladas en el sendero de probación.
El esfuerzo para atraer la intuición exige meditación dirigida, que no debe basarse en la aspiración. Además exige una inteligencia entrenada, de modo que la línea de demarcación entre la comprensión intuitiva y las formas de psiquismo superior, puedan verse con claridad. Requiere una constante disciplina de la mente, a fin de “mantenerse firme en la luz”, y el desarrollo de la correcta y cultivada interpretación, para que el conocimiento intuitivo logrado, pueda revestirse de las correctas formas mentales.
Puede decirse también que la construcción del puente, mediante el cual le es posible a la conciencia funcionar con facilidad en los mundos superior e inferior, se lleva principalmente a cabo por una tendencia definidamente dirigida en la vida, que conduce firmemente al hombre al mundo de las realidades espirituales, además de ciertos movimientos de reorientación o enfoque dirigidos, planificados y cuidadosamente programados. En este último proceso se valora lo adquirido durante los últimos meses o años, y el efecto de lo adquirido en la vida diaria y en el mecanismo corpóreo es cuidadosamente analizado; la voluntad de vivir, como ser espiritual, aparece en la conciencia con nitidez y determinación, trayendo un progreso inmediato.
La construcción del interfaz se lleva a cabo definidamente en el caso de todo estudiante consagrado. Cuando el trabajo se realiza inteligentemente y con plena percepción del propósito deseado, y cuando el aspirante no sólo es consciente del proceso sino que está alerta y activo en su cumplimiento, prosigue el trabajo rápidamente y el puente se va construyendo.
Sería inteligente aceptar el hecho de que la humanidad está ahora en posición de iniciar el proceso definido de construcción del vínculo o puente, entre los distintos aspectos de la naturaleza del hombre, de manera que en vez de diferenciación habrá unidad y en lugar de una atención fluida y movediza, dirigida aquí y allá, en el campo de la vida material y de las relaciones emocionales, habremos aprendido a controlar la mente, a eliminar las divisiones, y la atención inferior podrá así ser dirigida a voluntad en cualquier dirección deseada. Entonces los aspectos natural y espiritual del hombre podrán ser enfocados donde sea necesario.
Este trabajo de construcción del puente ha sido realizado en parte. La humanidad toda, ha eliminado la brecha entre la naturaleza emocional y el cuerpo físico. Debería observarse aquí que la construcción del puente debe ser hecha en el aspecto conciencia, y concierne a la continuidad de percepción que tiene el hombre de la vida, en todos sus variados aspectos. La energía utilizada para conectar, en la conciencia, al cuerpo físico y al emocional, está enfocada en el plexo solar. En la actualidad, hablando en términos simbólicos, muchas personas están llevando a cabo la construcción del puente y vinculando la mente con los dos aspectos ya conectados. Este hilo de energía emana de la cabeza o está anclado allí. Algunas personas, lógicamente muy pocas, están vinculando firmemente el alma con la mente, la cual a su vez se vincula con los otros dos aspectos. La energía del alma, cuando está vinculada con los demás hilos, tiene su anclaje en el corazón. Muy pocas personas, los iniciados del mundo, habiendo logrado las síntesis inferiores, tratan ahora de obtener una unión aún superior, con esa triple realidad que utiliza el alma como medio de expresión, así como el alma a su vez se esfuerza por utilizar su sombra, el triple hombre inferior. Estas diferenciaciones y unificaciones son formulismos, palabras, símbolos, que se utilizan para expresar acontecimientos y sucesos en el mundo de las energías y fuerzas, con las cuales el hombre está definidamente implicado. A estas unificaciones nos referimos cuando consideramos el tema del aprendizaje.
La Naturaleza del interfaz
Una de las dificultades de este estudio es que el trabajo realizado hasta ahora sobre el interfaz se ha hecho en forma totalmente inconsciente. La concepción de este trabajo creador y la construcción del puente al principio, tiene poca respuesta en la naturaleza mental. Para expresar estas ideas tenemos además que crear prácticamente una nueva terminología, pues no se dispone de palabras apropiadas que definan lo que se quiere significar. Así como las ciencias modernas han elaborado su propia terminología, totalmente nueva, en el transcurso de los últimos cuarenta años, así esta ciencia deberá elaborar su nomenclatura particular. Mientras tanto, serán empleadas lo mejor posible las palabras de que disponemos.
Mi segundo propósito es advertir, a quienes estudian estos tópicos, que con el tiempo llegarán a comprenderlos, pero en la actualidad todo lo que pueden hacer es depender de la invariable tendencia del subconsciente a penetrar en la superficie de la conciencia, en forma de actividad refleja, para establecer continuidad de conciencia. Esta actividad refleja de la naturaleza inferior, corresponde al desarrollo de la continuidad entre la superconciencia y la conciencia que se desarrolla en el sendero del discipulado. Todo ello forma parte del proceso de integración, en tres etapas, probándole al discípulo que toda vida, en términos de conciencia, es revelación.
Otra de las dificultades del estudio de las tecnologías, respecto a lo que se denomina “desarrollo consciente de los reconocimientos divinos” (o verdadera percepción`), es el antiguo hábito de la humanidad de materializar cualquier conocimiento. Todo cuanto ha aprendido el hombre en el transcurso de los siglos ha sido aplicado al mundo de los fenómenos y procesos naturales y no al reconocimiento del Yo, del Conocedor, del Testigo, del Observador. Pero cuando el hombre entra en el sendero debe autoeducarse en el proceso de utilizar el conocimiento respecto a la Identidad consciente y autoconsciente, o al Individuo autocontenido y autoiniciado. Cuando llega a realizarlo, trasmuta el conocimiento en sabiduría.
Anteriormente hablé de “conocimiento?sabiduría”, término sinónimo de “fuerza?energía”. El conocimiento aplicado es fuerza que se expresa a sí misma; la sabiduría aplicada es energía en acción. Estas palabras expresan una gran ley espiritual que harían bien en considerar cuidadosamente. La fuerza?conocimiento concierne a la personalidad y al mundo de los valores materiales; la energia?sabiduría se expresa por medio del hilo de la conciencia y del hilo creador, pues constituyen dos hilos trenzados en un solo cordón. En el discípulo representan la fusión del pasado (el hilo de la conciencia) y del presente (el hilo creador), constituyendo en conjunto aquello que en el sendero de retorno se denomina generalmente interfaz, lo cual no es totalmente exacto. El hilo de energía?sabiduría es el hilo de la vida o hélice, pues éste (cuando se ha fusionado con el hilo de la conciencia) se lo denomina también interfaz. Quizás aclararía la dificultad si indicara que estos hilos, aunque existen eternamente en tiempo y espacio, aparecen distintos y separados, hasta que el hombre deviene un discípulo probacionista y, en consecuencia, está llegando a ser consciente de sí mismo y no únicamente del no?yo. Existe el hilo de la vida o hélice, y el hilo de la conciencia; el primero está anclado en el corazón y el segundo en la cabeza. El hilo creador, en uno de sus tres aspectos, en pasados siglos, ha sido lentamente tejido por el hombre. Este hecho lo comprueba la actividad creadora del hombre, durante los dos últimos siglos, de manera que hoy el hilo creador es, en términos generales, una unidad en lo que respecta al conjunto humano y especialmente al discípulo individual, formando un fuerte hilo compactamente urdido en el campo mental.
Quisiera señalar además otras relaciones. Saben muy bien que en el campo mental se hallan los tres aspectos de la mente, o los tres puntos focales de la percepción y actividad mentales: (3)
1. La mente concreta inferior, se expresa casi totalmente por medio de la quinta Inteligencia de ciencia concreta, reflejando la fase inferior del aspecto voluntad de la divinidad, resumiendo en sí todo el conocimiento y la memoria álmica. Dicha mente concreta inferior está relacionada con los pétalos del conocimiento del loto álmico, pudiendo obtener una pronunciada iluminación del alma y demostrar eventualmente que es el faro del alma. Puede ser controlada mediante el proceso de concentración. Es transitoria en tiempo y espacio. Por medio del trabajo consciente y creador puede relacionarse con el átomo manásico permanente o con la mente abstracta.
2. El Hijo de la Mente, es el alma misma, regida por el segundo aspecto de cada uno de los siete inteligencias -algo que les pido recordar seriamente. Refleja la fase inferior del aspecto amor de la divinidad y resume en sí los resultados de todo el conocimiento acumulado, que es la sabiduría iluminada por la luz de la intuición. Otra manera de expresarlo sería describiendo al hijo de la mente como amor que se vale de la experiencia y del conocimiento, y manifestándose muy plenamente por medio de los pétalos de amor de su ser innato. Mediante el dedicado y consagrado servicio pone en actividad el Plan divino en los tres mundos de la realización humana. Por lo tanto, está relacionado con el segundo aspecto de la Tríada espiritual y entra en actividad funcionante por medio de la meditación. Entonces controla y utiliza la personalidad concentrada, para sus propios fines espirituales, por intermedio de la ya mencionada mente iluminada. Es eterno en tiempo y espacio.
3. La Mente Abstracta, se revela totalmente por la influencia de la primera Inteligencia, la del dinamismo o Poder, reflejando el aspecto superior de la voluntad de la divinidad o del principio álmico; resume en sí, cuando se ha desarrollado plenamente, el propósito de la Deidad, llegando de este modo a ser responsable del surgimiento del Plan. Energetiza los pétalos de la voluntad, hasta el momento en que la vida eterna del alma es absorbida por aquello que no es ni transitorio ni eterno, sino interminable, ilimitado y desconocido. Es puesto en funcionamiento consciente mediante la construcción del interfaz. Este “radiante puente o arco iris” une la personalidad iluminada, enfocada en el cuerpo mental, motivada por el Amor del alma, con el Espíritu o la Vida Una, lo cual permite al divino Hijo de Dios, en manifestación, expresar el significado de las palabras: Dios es amor y Dios es Fuego consumidor. Este fuego energetizado por el amor ha consumido todas las cualidades de la personalidad, dejando únicamente un instrumento purificado, matizado por el inteligencia del alma, no necesitando ya el cuerpo del alma. Para entonces la personalidad ya habrá absorbido completamente al alma o, más exactamente, el alma y la personalidad se habrán fusionado y unificado en un sólo instrumento para ser empleado por la Vida Una.
La Técnica de la Construcción
Tengo la intención de ser muy práctico. La construcción del interfaz (conscientemente emprendida en el sendero del discipulado) es un proceso que se sigue de acuerdo a antiguas y comprobadas reglas. Cuando son correctamente seguidas, la secuencia de los sucesos y la aparición de los resultados deseados son inevitables e ineludibles. Gran parte de lo que podría decir, relacionado con las realidades subjetivas, tendrá poco valor para el estudiante común, pues -siendo hechos existentes y ocultos en un proceso natural- son todavía irrealizables. Mi problema consiste en presentar el proceso de tal manera que -al inicio de este siglo- lleve a los educadores a pensar, hablar y enseñar en términos de construcción del puente, acercándose así a los enunciados básicos que tienen una influencia definida sobre el punto que estamos considerando. Quisiera recapitular aquí muy sucintamente algunos de ellos, para su atención:
- Fuerza?Conocimiento, se expresa por medio del hilo de la conciencia y del hilo creador.
- Estos dos hilos son, para el discípulo, una fusión de conocimientos anteriores (el hilo de la conciencia) y actuales (el hilo creador).
- El hilo de vida, o mejor dicho la hélice, está estrechamente fusionado con ambos. Tenemos entonces atma?budi?manas (el último es el agente creador), funcionando hasta cierto grado, conscientemente, en el aspirante.
- La fusión de la personalidad y el alma está en proceso, pero cuando ha alcanzado cierto punto, es evidente que se necesita de la creatividad o actividad creadora de la voluntad, para tender el puente entre la Tríada espiritual y la personalidad, vía el alma.
- El puente que debe ser construido se denomina, técnicamente, interfaz.
- Este puente debe ser construido por el aspirante centrado en el campo mental, puesto que debe emplearse sustancia mental (en tres grados), y los tres aspectos de la mente -el átomo manásico permanente, el Hijo de la Mente o Ego, y la unidad mental- se hallan involucrados en el proceso.
1. La Cruz Mutable y la Cruz Fija. (4)
2. La Humanidad y la Jerarquía.
3. La triplicidad inferior, la personalidad, y la Tríada espiritual.
4. La Espíritu en su propio campo y el mundo objetivo externo.
Esto lo hace por medio de la Intención, Visualización, Proyección, Invocación y Evocación, Estabilización y Resurrección. De estas diferentes etapas nos ocuparemos ahora.
Seis Etapas del Proceso de Construcción.
He empleado seis palabras para expresar este proceso y su condición resultante. Será útil estudiarlas desde el ángulo de su significación oculta -significación que por lo general no es aparente, excepto para el discípulo entrenado, a quien se le ha enseñado a penetrar en el mundo de significados y a interpretar aquello que no es evidente para el neófito. Quizás, para cuando hayamos investigado estas palabras, el método de construcción y el medio por el cual el interfaz se construye, aparecerán con mayor claridad.
Estas palabras definen una técnica de construcción o proceso de manipulación de energía, que trae a la existencia una relación entre la espíritu y el ser humano que aspira alcanzar la plena liberación y huella el sendero del discipulado y de la iniciación, y puede crear un canal de luz y vida entre los aspectos divinos superior e inferior y construir un puente entre el mundo de la vida espiritual y el de la vida diaria en el campo físico. Constituye una técnica para producir el tipo más elevado de dualismo y para eliminar la triple expresión de la divinidad, intensificando por este medio la expresión divina y acercando al hombre a su meta final. Los discípulos deben recordar siempre que la conciencia egoica es una etapa intermedia. Es también un proceso por el cual -desde el ángulo de los reinos subhumanos de la naturaleza- la humanidad misma se convierte en intermediario divino y en transmisor de energía espiritual para esas vidas cuyas etapas de conciencia están por debajo de la autoconciencia. La humanidad llega a ser para esas vidas -en su totalidad- lo que la Jerarquía para la humanidad. Este servicio será únicamente posible cuando la raza humana en número suficiente, se caracterice por el conocimiento de la dualidad superior y sea cada vez más consciente del alma y no sólo del yo. Entonces podrá ser trasmitida dicha energía por medio del interfaz. (5)
Por lo tanto, consideraremos los seis aspectos de una técnica básica de construcción y nos esforzaremos por llegar a su significado esotérico y creador.
1. Intención.
- La obtención de una correcta orientación: hacia el alma, hacia la Tríada espiritual.
- La necesidad de una comprensión mental del trabajo a realizar.
- La creación de un “círculo limítrofe” formado de energías conscientemente reunidas y mantenidas en estado de tensión.
- Un período de claro pensar sobre el proceso de la Intención debe ser ensayado.
- Luego el mantenimiento de un punto de tensión.
- El empleo de la imaginación creadora o facultad de crear imágenes.
- La respuesta a la impresión intuitiva o búdica.
- La dedicación a dos energías:
La energía activa creadora de imágenes, puesta en actividad por la mente del constructor.
3. Proyección.
- La evocación de la voluntad por medio del método adecuado al royo egoico del discípulo.
- La simultánea preservación de tres cosas en la mente:
Conciencia del punto de tensión enfocada.
Conciencia de la energía de rayo en su aspecto voluntad.
- La aplicación de cualquier método de proyección de los siete inteligencias, de acuerdo con la inteligencia del discípulo.
- El empleo de una Palabra de Poder.
- El alma y la personalidad fusionadas son ahora invocadoras y su mutua intención se expresa en las tres etapas previas.
- La respuesta que llega luego de la Tríada espiritual evocada por esa intención e impulsada por un acto de la voluntad desde el punto de tensión.
Se obtiene mediante la prolongada y paciente aplicación de los cuatro procesos anteriores, seguida del uso consciente de la interfaz.
6. Resurrección y Ascensión.
La elevación de la conciencia, fuera de las limitaciones del alma y de la personalidad (desde el ángulo de la mónada), y su entrada en la conciencia de la Tríada espiritual.
Los Siete Métodos Inteligentes Empleados en el proceso de Construcción.
Hasta no alcanzar la etapa de proyección, los métodos que emplean los discípulos de cada Inteligencia son idénticos. Su intención es una, y todos deben lograr la misma medida de tensión y preparación para la construcción del puente, reuniendo la necesaria energía desde dos fuentes -la personalidad y el alma. Por medio de este enfoque y su tensión resultante, y por la evocación de la Tríada espiritual y el principio del proceso dual de construcción desde ambos extremos del puente (si es posible y permitido emplear esta frase), el trabajo avanza uniformemente. Entonces se emplea la imaginación creadora, que constituye la segunda etapa, presentando gran dificultad a los aspirantes de la primera y séptima inteligencias. Ninguno de ellos puede organizar con facilidad la energía material, orientar las corrientes de energía y ver su objetivo, clara y pictóricamente, con el ojo de la mente, siendo un proceso sumamente difícil. Sin embargo deben hacerlo de alguna manera, porque el empleo de la imaginación visual es un factor esencial en el proceso de construcción y uno de los principales medios de enfoque, previo a la proyección.
Este proceso de proyección comprende tres actividades principales:
1. Después del debido enfoque y de una cuidadosa, secuencial y sistemática visualización del “arco iris”, el discípulo -mediante un esfuerzo definido e independiente- evoca el aspecto voluntad de su naturaleza, hasta donde le es posible en esta encarnación. En relación con esto surgen los diferentes métodos de inteligencia, y su diferencia la determina la cualidad de la vida de inteligencia.
2. El discípulo debe mantener constantemente la triple conciencia, no solo en teoría, sino de hecho, para que emplee simultáneamente las tres líneas paralelas de pensamiento, o las tres corrientes de energía activa:
a. Es consciente que, como personalidad y alma, está abocado al proceso de la construcción del puente, sin perder en ningún momento su sentido de identificación consciente.
b. Es consciente del centralizado punto de tensión alcanzado y que han contribuido a ello tres corrientes de energía -la energía enfocada de la personalidad, ubicada en la mente concreta inferior, la afluyente energía magnética del alma, surgiendo de los doce pétalos de las tres hileras, además de la hilera del loto egoico, y la energía de la “joya en el loto”, afluyendo todas al centro de tensión, en los niveles mentales de la mente inferior.
c. Es consciente de la proporción de conciencia de la energía de su rayo que puede penetrar en su percepción, siendo ésta la energía de su rayo egoico y no la fuerza de la personalidad. Se esfuerza por considerarse como un punto de determinada energía matizada por la vida de su rayo, y tiene cuidadosamente presente que la energía de su rayo egoico es la principal energía por la cual la mónada trata de expresarse, y también que su triple vehículo egoico es un reflejo de los tres aspectos de la Tríada espiritual, estando estrechamente relacionado con ellos. Esta relación y su interacción y efecto conscientes, son evocados por la construcción de la interfaz, que eventualmente (cuando son suficientemente poderosos) activan la irradiación de la “joya en el loto”.
3. Cuando estas tres etapas de realización se han completado hasta donde el discípulo se siente capaz de desarrollarlas, sólo entonces se prepara para emplear específicamente su método de rayo, en preparación para el “sonido proyector” o Palabra de Poder. Las Siete palabras de poder son:
1. Para la Inteligencia Dinámica: “YO AFIRMO LA REALIDAD”.
2. Para la inteligencia Intrapersonal o Consciente: “VEO LA MÁXIMA LUZ”.
3. Para la inteligencia Activa o inventiva “YO SOY EL PROPÓSITO MISMO”.
4. Para la Inteligencia Armónica o musical “DOS SE FUSIONAN EN UNO”
5. Para la Inteligencia Científica o Investigativa: “TRES MENTES SE UNEN”
- La energía manásica. La energía de los niveles abstractos del plano mental, que es inherente al alma.
- La energía mental. La energía de los niveles concretos del plano mental, que constituye definidamente una contribución del ser humano mismo.
- La energía de la mente, que reside en la materia misma, es inherente a la mente y heredada de un sistema solar anterior.
- La energía de la vida inteligente, procedente de Dios, el Padre.
- La energía del alma o conciencia inteligente, procedente de Dios, el Hijo.
- La energía de la materia inteligente, procedente de Dios, el Espíritu Santo.
7. Para la Inteligencia Emprendedora : “LO SUPERIOR Y LO INFERIOR SE UNEN”
Se observará que en todas estas Palabras de Poder emergen dos pensamientos evidentes; primero, que la meta de toda actividad es la total fusión de los tres aspectos y, segundo, que se obtiene conciencia de esto mediante la construcción y el empleo del puente entre la Tríada espiritual y la Personalidad. Como verán, éstas son afirmaciones definidas, basadas en el conocimiento que conduce a la convicción. Hemos concluido prácticamente el estudio del interfaz.
NOTAS DEL EDITOR:
1. Tomado del libro Los Rayos y las Iniciaciones. de Djwhal Khul.
2. Nicholas Negroponte desarrolla el concepto de Interfaz en el libro Ser digital. Amorah Quan Yin plantea los Ejercicios Pleyadianos para activar el prana o Ka, como la interfaz que comunica con el ADN.
3. Una teoría triárquica de la Inteligencia fue planteada por Robert Sternberg en 1989, la Teoría de las inteligencias múltiples por Howard Gardner en 1993.
4. La cruz mutable la conforman los signos géminis, virgo, sagitario, piscis; la cruz fija los signos acuario, leo, tauro y escorpio.
5. El símbolo del Yin-Yang representa esa dualidad básica y lo plantea Fritjof Capra en el libro el Tao de la Física como ejemplo de simetría rotativa.
Fuente: http://hermandadblanca.org/
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