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Se afirma que existen siete grandes rayos en el cosmos (1) . En nuestro sistema solar sólo uno de estos grandes rayos está en actividad. Las siete subdivisiones constituyen los “siete rayos” que manejados por nuestro Logos solar, forman la base de infinitas variaciones en su sistema de mundos. Estos siete rayos pueden describirse como los siete canales a través de los cuales fluye todo lo que existe en Su sistema solar, las siete características predominantes, o modificaciones de la vida, que no sólo se aplican a la humanidad sino también a los siete reinos. En realidad no existe nada en el sistema solar, cualquiera sea su grado de evolución, que no pertenezca ni haya pertenecido a uno de los siete rayos.
La siguiente clasificación dará una explicación de las distintas características de los siete rayos:
Nº Característica Método de Yoga Planeta Color
1ro Voluntad o Poder Raja Yoga Urano Azul.
2do Sabiduría. Raja Yoga Mercurio Amarillo
3ro Mente Superior Filosofía Venus Rosado
4to Conflicto Hatha Yoga Saturno Blanco
5to Mente Inferior Ciencia La Luna Verde
6to Devoción Bhakti Yoga Marte Oro-rubí
7mo Orden Ceremonial Ritual Júpiter Violeta
Otros rayos cósmicos harán impacto sobre nuestra Tierra a medida que el séptimo rayo incremente su actividad; el resultado de su influencia facilitará la aparición de los nuevos tipos raciales y sobre todo rasgará el velo o trama que separa el mundo invisible e intangible, el astral.
La voluntad de la Deidad coloreó la corriente de unidades de energías que llamamos Rayo de Voluntad o Poder, el primer rayo, y el impacto de esa corriente sobre la materia del espacio aseguró que el oculto propósito de la Deidad seria oportuna e inevitablemente revelado. Éste es un rayo de intensidad tan dinámica que se lo denomina Rayo del Destructor, Aún no está en plena actividad, y lo estará sólo cuando pueda revelarse sin peligro el propósito. Son muy pocas las unidades de energía de este rayo que existen en el reino humano. Como dije anteriormente, todavía no ha encarnado un verdadero tipo de primer rayo. Su principal potencia se encuentra en el reino mineral y la clave del misterio del primer rayo se halla en el radio.
El segundo rayo se encuentra peculiarmente activo en el reino vegetal; produce entre otras cosas la atracción magnética de las flores. El misterio del segundo rayo está oculto en el significado del perfume de las flores. Perfume y radio se relacionan, y son expresiones que emanan de los efectos producidos por los rayos al actuar sobre las diversas agrupaciones de sustancias materiales.
El tercer rayo se relaciona especialmente a su vez con el reino animal, y produce la tendencia a la actividad inteligente que se observa en los animales domésticos más evolucionados. A la analogía que existe entre la radioactividad y el perfume que emana de los reinos mineral y vegetal, la denominamos devoción, característica de la interacción atractiva entre los animales domésticos y el hombre. Quienes sienten devoción por las personalidades podrían trasmutar más rápidamente esa devoción en su analogía más elevada -amor a los principios- si se dieran cuenta que sólo exhalan emanaciones animales.
El deseo de la Deidad se expresa mediante el segundo rayo de Amor-Sabiduría. Deseo es una palabra que ha sido tergiversada para significar la tendencia de la humanidad a desear cosas materiales, o placeres que traen satisfacción a la naturaleza sensual. Se aplica a esas condiciones que satisfacen a la personalidad, pero en último análisis, deseo es esencialmente amor, el cual se expresa mediante la atracción y la capacidad de atraer hacia sí y dentro de su radio de influencia a lo que es amado. Es el vínculo de coherencia y ese principio de cohesión magnética que reside detrás de todo trabajo creador, hace surgir a la luz de la manifestación esas formas o apariencias, por las cuales es posible satisfacer el deseo. Este segundo rayo es preeminentemente el rayo de la conciencia aplicada, y trabaja mediante la creación y el desarrollo de esas formas que existen en todo el universo. Son esencialmente mecanismos para desarrollar la respuesta o la percepción, y también mecanismos sensitivos que responden al medio ambiente circundante. Esto atañe a todas las formas, desde un cristal hasta un sistema solar. Han sido creadas durante el gran proceso de satisfacer el deseo y proveer el medio de contacto que garantice una progresiva satisfacción. En la familia humana el efecto de esta interacción dual de la vida (que desea la satisfacción) y de la forma (que proporciona el campo de experiencia), produce una conciencia que tiende a amar lo sin forma en vez de desear la forma, y a aplicar inteligentemente toda experiencia al proceso de trasmutar el deseo en amor. De allí que este rayo sea, por excelencia, el rayo dual del Logos Solar Mismo, porque colorea todas las formas manifestadas y dirige la conciencia de todas las formas en los reinos de la naturaleza y en todos los campos de desarrollo; conduce la vida a través de las innumerables formas hacia esa búsqueda o impulso básico, hasta alcanzar la bienaventuranza por la satisfacción del deseo. Este impulso e interacción de los pares de opuestos produjeron los distintos modos de reaccionar conscientemente a la experiencia, que en las principales etapas se denomina conciencia, conciencia animal, y diferenciadoras frases afines.
El segundo rayo es el de la Deidad Misma y está matizado por los característicos aspectos del amor o el deseo. Produce la totalidad de las formas manifestadas, animadas por la Vida que determina la cualidad. El Padre, Espíritu o Vida, ejerce la voluntad para satisfacer el deseo. La Madre o materia satisface el deseo y es atraída también por el Padre. Su mutua respuesta inicia el trabajo creador, y nace el Hijo, heredando del Padre el impulso a desear o amar, y de la Madre la tendencia a crear continuamente formas. Así, en lenguaje simbólico, vinieron a la existencia los mundos de la forma, y mediante el trabajo evolutivo continúa el proceso de satisfacer el deseo del espíritu. De esta manera en los dos rayos principales de Voluntad y de Amor, tenemos las dos características más importantes de la naturaleza divina, latentes en las miríadas de formas. Los eones verán que estas dos energías dominarán constantemente a todas las apariencias e impulsarán al mundo creado a un total despliegue de la naturaleza divina. Esto es verdad respecto a los dioses y a los hombres.
Así como el Padre le imparte al Hijo las divinas cualidades de voluntad y amor, también la Madre contribuye grandemente a ello, para acrecentar la dualidad inicial y realzar las cualidades agregando otra cualidad, inherente a la materia misma –la cualidad o rayo de Actividad Inteligente. Éste es el tercero de los divinos atributos que completa, si así puedo expresarlo, el equipo de las formas que aparecen, y predispone a toda la creación a que valore en forma inteligente el verdadero objetivo del deseo y a que emplee inteligentemente la técnica de construir la forma, a fin de revelar el propósito divino. El Conocedor (hombre) es el custodio de esa sabiduría que le permitirá desarrollar el Plan divino y hace fructificar la voluntad de Dios. El campo del conocimiento está constituido de tal manera que vibra con inteligente respuesta a la voluntad que emerge lentamente. Conocimiento es aquello que conoce sus propios fines y trabaja para lograrlos mediante el experimento, la expectativa, la experiencia, el examen y la exaltación, que produce la desaparición final. Palabras como éstas son símbolos sintéticos que imparten un relato cósmico en forma breve y constructiva.
Así los tres rayos de Voluntad, de Amor y de Inteligencia producen apariencia, aportan cualidad y, mediante el principio vida, el aspecto subyacente en la unidad, aseguran la continuidad del progreso hasta el momento en que la voluntad de Dios se evidencia como poder, atrayendo hacia si lo deseado, aplicando con sabiduría la experiencia de una gradual y creciente satisfacción, y utilizando inteligentemente lo adquirido en la experiencia para producir formas más sensibles y hermosas que expresen más plenamente la cualidad de la vida.
Técnicamente, el segundo rayo es dual, pero cuando se considera desde el punto de vista de la abstracción final. En su dualidad temporaria puede verse, en cada uno de ellos, la interacción que denominamos causa y efecto.
ler. Rayo La voluntad, aplicada dinámicamente, surge en la manifestación como poder.
2do, Rayo El amor, actuando magnéticamente, produce sabiduría.
3er. Rayo La inteligencia, que se halla en potencia en la sustancia, produce actividad.
El resultado de la interacción de estos tres rayos mayores puede verse en la actividad de los cuatro rayos menores. La Doctrina Secreta habla de los Señores de Amor y Conocimiento y también de los Señores de la Incesante Devoción. A fin de comprender con más claridad el significado místico de estos nombres, podríamos señalar que la constante voluntad dinámica del Logos se expresa a sí misma mediante los señores de la Incesante Devoción. La devoción no es aquí la cualidad a que me referí anteriormente en este tratado, sino que es la persistente voluntad de Dios dirigida unilateralmente, personificada en una vida que es la del Señor del primer rayo. Los Señores de Amor y Conocimiento son las dos grandes Vidas que personifican o animan al Amor-Sabiduría y a los aspectos de la inteligencia creadora de los dos rayos mayores. Los tres son la suma total de todas las formas o apariencias, los dadores de todas las cualidades y el aspecto Vida que emerge detrás de la manifestación tangible. Corresponden, en la familia humana, a los tres aspectos: Personalidad, Alma y Mónada. La Mónada es voluntad dinámica o propósito, pero no es revelada hasta la tercera iniciación. La Mónada es Vida, fuerza sustentadora, Señor de la devoción perseverante e incesante por alcanzar un objetivo determinado y visualizado. El alma es el Señor de Amor y sabiduría, mientras que la personalidad es el Señor del conocimiento y de la actividad inteligente. Estos términos implican la comprensión de la meta lograda, lo cual no puede aplicarse en la etapa actual, en lo que respecta a su expresión, porque es una etapa intermedia. No existe aún quien actúe con plena actividad inteligente, aunque algún día cada uno lo hará. Nadie se ha manifestado todavía como Señor de amor, pero presienten el ideal y se esfuerzan por expresarlo. Nadie es aún un Señor de incesante voluntad y nadie comprende todavía el plan de la mónada ni la verdadera meta hacia la cual todos se esfuerzan. Algún día todos lo harán. Pero cada ente humano constituye potencialmente tal triplicidad y también algún día las apariencias que fueron llamadas personalidades, que ocultan o velan la realidad, revelarán plenamente las cualidades de la Deidad. Cuando llegue ese momento, el propósito que toda la creación espera irrumpirá ante la despierta visión y todos conoceremos el verdadero significado de la bienaventuranza y por qué cantaron las estrellas matutinas. La alegría es la fuerte nota básica de nuestro sistema solar.
Uno de los septenarios fundamentales de los rayos personifica en si el principio armonía; este cuarto rayo de armonía da a todas las formas lo que produce belleza y actúa para lograr la armonización de todos los efectos que emanan del mundo de las causas, el mundo de los tres rayos mayores. El rayo de belleza, arte y armonía produce la cualidad de la organización mediante la forma. En último análisis, es el rayo de la exactitud matemática y no el rayo del artista, como muchos creen. El artista se encuentra en todos los rayos, al igual que el ingeniero, el médico, el hombre que forma su hogar o el músico. Quiero aclarar esto porque existen muchos falsos conceptos sobre este tema.
Cada uno de los grandes rayos tiene una forma particular de enseñar la verdad a la humanidad, lo cual es su contribución excepcional y el modo de desarrollar al hombre mediante un sistema o técnica, cualificado por la cualidad del rayo que es por lo tanto específico y excepcional. Permítanme proporcionar los métodos para esta enseñanza grupal:
1er. Rayo
Expresión superior: La ciencia de los estadistas y de los gobiernos.
Expresión inferior: La Política y la diplomacia moderna.
2do. Rayo
Expresión superior: El proceso de la iniciación, tal como lo enseña la jerarquía de adeptos.
Expresión inferior: Religión.
3er. Rayo
Expresión superior: Medios de comunicación o interacción. Radio, teléfono, telégrafo y transporte.
Expresión inferior: El empleo y la distribución del dinero y del oro,
4to. Rayo
Expresión superior: El trabajo masónico basado en la formación de la jerarquía y relacionado con el segundo rayo.
Expresión inferior: Construcción arquitectónica. Planeamiento moderno de las ciudades.
5to. Rayo
Expresión superior: La ciencia del alma. La sicología esotérica.
Expresión inferior: Sistemas educativos modernos y ciencia mental.
6to. Rayo
Expresión superior: Cristianismo y religiones diversas. (Obsérvese aquí la relación que tiene con el segundo Rayo.)
Expresión inferior: las iglesias y las religiones organizadas.
7mo. Rayo
Expresión superior: Todo tipo de magia blanca.
Expresión inferior: Espiritismo “fenoménico”.
El cuarto rayo es esencialmente el refinador, el que produce la perfección en la forma y el principal manipulador de las energías de Dios; lo hace de tal modo que el Templo del Señor es verdaderamente conocido en su exacta naturaleza como aquello que alberga la Luz. Así el Shekinah brillará dentro del lugar secreto del Templo en su plena gloria. Es el trabajo de los siete Constructores. Este rayo se expresa primordialmente en el primero de los planos amorfos contando desde abajo hacia arriba, y su verdadero propósito no puede emerger hasta que el alma haya despertado y la conciencia registrado adecuadamente lo conocido. Los planos o las esferas de expresión son influenciados en la manifestación por orden numérico:
1º Rayo Voluntad o Poder Plano de la divinidad.
2º Rayo Amor-Sabiduría Plano de la mónada.
3º Rayo Inteligencia Activa Plano del espíritu, alma.
4º Rayo Armonía Plano de la intuición.
5º Rayo Conocimiento Concreto Plano mental.
6ª Rayo Devoción, Idealismo Plano astral.
7º Rayo Orden Ceremonial Plano físico.
El quinto rayo actúa activamente en el plano de mayor importancia para la humanidad, siendo para el hombre el plano del alma y de la mente superior e inferior. Personifica el principio del conocimiento, y debido a su actividad y a su íntima relación con el tercer Rayo de Inteligencia Activa, podría considerárselo especialmente en estos momentos como el rayo que tiene mayor relación vital con el hombre. Es el rayo que produce la individualización -como cuando estaba activo en la época lemuriana- lo cual significa textualmente el cambio de la vida evolucionante de Dios en una nueva esfera de percepción. Al principio, esta particular trasferencia a formas más elevadas de percepción, tiende a la separatividad.
El quinto rayo ha producido lo que llamamos ciencia. En la ciencia encontramos una condición extremadamente rara. La ciencia es separatista en su modo de encarar los diferentes aspectos de la divina manifestación que denominamos el mundo de fenómenos naturales, pero de hecho no es separatista porque existe poco antagonismo entre las ciencias y poca competencia entre los científicos. Los trabajadores del campo científico se diferencian profundamente en esto de los del campo religioso. La razón reside en el hecho de que el verdadero científico, por ser una personalidad coordinada que trabaja en niveles mentales, actúa muy cerca del alma. Una personalidad desarrollada esclarece las diferenciaciones de la mente inferior predominante, pero la proximidad del alma (si se puede emplear una expresión tan simbólica) niega una actitud separatista. El hombre religioso es preeminentemente astral o emocional, y actúa en forma muy separatista, especialmente en la era pisciana, que va desapareciendo. Al decir hombre religioso me refiero al místico y a aquel que presiente la visión beatífica, y no a los discípulos ni a los llamados iniciados, porque éstos agregan a la visión mística una captación mental entrenada.
El sexto rayo de devoción personifica el principio de reconocimiento. Con esto quiero significar la capacidad de ver la ideal realidad que reside detrás de la forma; implica que se debe aplicar en forma concentrada el deseo y la inteligencia, a fin de expresar la idea presentida. Es responsable de la mayor parte de las formulaciones de ideas que han hecho avanzar al hombre y de gran parte del énfasis puesto sobre la apariencia que ha velado y ocultado esos ideales. En este rayo -a medida que entra y sale cíclicamente de la manifestación- se lleva a calo principalmente la tarea de diferenciar la apariencia y la cualidad, lo cual tiene su campo de actividad en el plano astral. Por lo tanto es evidente la complejidad de este tema y la agudeza del sentimiento implicado.
El séptimo Rayo de Orden Ceremonial o Magia, personifica una curiosa cualidad, característica sobresaliente de la Vida especial que anima este rayo. La cualidad o principio, constituye el factor coordinador que unifica la cualidad interna con la forma, o la apariencia tangible externa. Este trabajo se desarrolla principalmente en los niveles etéricos e incluye energía física. Tal el verdadero trabajo mágico. Quisiera indicar que cuando el cuarto y el séptimo rayos vengan juntos a la encarnación, tendremos un período muy peculiar de revelación y portador de luz. Se ha dicho que en ese período “el Templo del Señor adquirirá más gloria y los Constructores se regocijarán”. Espiritualmente comprendido, éste será el momento culminante del trabajo masónico. La Palabra Perdida será recuperada y expresada para que todos la escuchen, y el Maestro se levantará y caminará entre sus constructores en la plena luz de la gloria que brilla desde Oriente.
PRIMER RAYO DE VOLUNTAD O PODER
Virtudes especiales:
Fortaleza, valor, constancia y veracidad, proveniente de la absoluta falta de temor; poder de gobernar, capacidad para captar las grandes controversias con amplitud de criterio, y para manejar a los hombres y tomar decisiones.
Vicios del rayo:
Orgullo, ambición, versatilidad, inflexibilidad, arrogancia, deseo de dominar a los demás, obstinación, ira.
Virtudes a adquirirse:
Ternura, humildad, simpatía, tolerancia, paciencia.
A este rayo se lo denomina correctamente el del poder, pero si fuera sólo poder sin sabiduría ni amor, sería una fuerza destructiva y desintegradora. Sin embargo, cuando las tres características están unidas se convierte en un rayo creador y regidor. Quienes pertenecen a este rayo poseen mucha fuerza de voluntad, sea para el bien o para el mal, para el bien cuando la voluntad es dirigida con sabiduría y el amor la ha convertido en altruismo. El hombre que pertenece al primer rayo siempre “estará al frente” en su campo de actividad. Puede ser el ladrón o el juez que lo condena, pero en cualquier caso se hallará a la cabeza de su profesión. Es el dirigente nato en cualquier carrera pública, alguien en quien se puede confiar y depender, defiende al débil y reprime la opresión, no teme a las consecuencias y es totalmente indiferente a los comentarios. Por otra parte un primer rayo que no ha sido modificado puede producir un hombre de naturaleza cruel, implacable e inflexible.
El hombre que pertenece al primer rayo es con frecuencia muy sentimental y afectuoso, pero no lo expresa fácilmente; le agradan los fuertes contrastes y las grandes masas de color, pero raras veces será un artista; le deleitan los grandes efectos orquestales y los coros estrepitosos; si contrariamente su rayo está modificado por el cuarto, sexto o séptimo, será un gran compositor. Algunos individuos que pertenecen a este rayo son sordos a las tonalidades y otros padecen de daltonismo, y no distinguen los colores diáfanos. Un hombre de este rayo distinguirá los colores rojo y amarillo, y confundirá irremediablemente el azul, el verde y el violeta.
El trabajo literario del hombre de primer rayo será enérgico y mordaz, no le preocupará su estilo ni la prolijidad. Ejemplos de este tipo podrían ser Lutero, Carlyle y Walt Whitman. Se dice que el mejor método que puede emplear el hombre de primer rayo para curar enfermedades, será extraer salud y fuerza de la gran fuente de vida universal por la fuerza de su voluntad, y derramaría sobre el enfermo. Por supuesto esto presupone un previo conocimiento de los métodos ocultos.
El método característico de este rayo para emprender la gran Búsqueda se hará mediante la fuerza de la voluntad. Un hombre de esta naturaleza podría, por así decirse, arrebatar el reino de los cielos “por la violencia”, liemos observado que el dirigente nato pertenece a este tipo de rayo, total o parcialmente. Produce el jefe supremo, como Napoleón o Kitchener. Napoleón pertenecía al primero y cuarto rayos y Kitchener al primero y séptimo rayos, otorgándole el séptimo su notable poder de organización.
EL SEGUNDO RAYO DE AMOR-SABIDURÍA
Virtudes especiales:
Calma, fuerza, paciencia y resistencia, amor a la verdad, lealtad, intuición, inteligencia clara y temperamento sereno.
Vicios del rayo:
Excesiva concentración en el estudio, frialdad, indiferencia hacia los demás, desprecio por las limitaciones mentales ajenas.
Virtudes a ser adquiridas:
Amor, compasión, altruismo, energía.
A éste rayo se lo denomina el de la sabiduría, debido a su característico deseo de adquirir conocimiento puro y alcanzar la verdad absoluta -es frío y egoísta si no ama, y es inactivo si no posee poder. Si posee amor y poder, entonces tenemos el rayo de los Buddhas y de los grandes instructores de la humanidad -aquellos que habiendo alcanzado la sabiduría para emplearla en bien de los demás, se entregan por entero a difundirla. El estudiante que pertenece a este rayo está siempre insatisfecho de sus realizaciones más elevadas; no importa cuán amplio sea su conocimiento, su mente permanece siempre fija en lo desconocido, en el más allá y en las cumbres aún no escaladas.
El hombre de segundo rayo tendrá tacto y previsión; será un excelente embajador, un destacado maestro o director de escuela; como hombre mundano tendrá una inteligencia clara y sabia para tratar los asuntos que se le presentan y tendrá capacidad para inculcar a otros el verdadero punto de vista de las cosas y hacerlas ver como él las ve; será un buen hombre de negocio si su rayo está modificado por el cuarto, quinto y séptimo rayos. El militar que pertenece a este rayo proyectará campañas inteligentes y preveerá las posibilidades; será intuitivo respecto al mejor camino a seguir y nunca pondrá imprudentemente en peligro la vida de sus hombres. No será rápido en la acción ni muy enérgico. El artista que pertenece a este rayo tratará siempre de enseñar por medio de su arte, y sus cuadros tendrán un significado. Su trabajo literario será siempre instructivo. El método para curar enfermedades del hombre de segundo rayo, será conocer a fondo el temperamento del paciente y también la naturaleza de la enfermedad, a fin de aplicar su fuerza de voluntad en forma eficaz.
El método característico para acercarse al Sendero consistirá en un concienzudo estudio de las enseñanzas, hasta que sean parte de la conciencia del hombre, y no un mero conocimiento intelectual, sino una regla espiritual de la vida, atrayendo así la intuición y la verdadera sabiduría.
Un tipo indeseable de segundo rayo que se aboca a adquirir únicamente conocimiento para sí mismo, es totalmente indiferente a las necesidades humanas. La previsión de un hombre así degenerará en suspicacia, su calma en frialdad e inflexibilidad.
EL TERCER RAYO DE LA MENTE SUPERIOR
Virtudes especiales:
Amplio criterio respecto a todas las cuestiones abstractas, sinceridad de propósito, intelecto claro, capacidad de concentrarse en estudios filosóficos, paciencia, cautela, no le preocupan las trivialidades ni quiere preocupar a otros.
Vicios del rayo:
Orgullo intelectual, frialdad, aislamiento, inexactitud en los detalles, distracción, obstinación, egoísmo, crítica excesiva respecto a los demás.
Virtudes a adquirirse:
Simpatía, tolerancia, devoción, exactitud, energía, sentido común.
Éste es el rayo del pensador abstracto, del filósofo y del metafísico, del hombre que se deleita en las matemáticas superiores pero, si no está modificado por un rayo práctico, no se preocupará por tener al día su contabilidad. Tendrá una imaginación muy desarrollada; por el poder de su imaginación captará la esencia de una verdad; su idealismo será con frecuencia muy marcado, es soñador y teórico; debido a sus amplios puntos de vista y gran cautela ve con la misma claridad todas las facetas de un asunto, lo cual a veces detiene su acción. Será un buen hombre de negocios; como militar resolverá teóricamente los problemas de táctica en su despacho, pero rara vez se destacará en el campo de batalla. Como artista, su técnica no será refinada, pero sus temas serán fecundos en ideas y despertarán interés. Amará la música, pero si no está influido por el cuarto rayo no será compositor. Poseerá ideas fecundas en todos los sectores de la vida, pero es demasiado impráctico para llevarlas a cabo.
El individuo que pertenece a este rayo es excesivamente despreocupado, desaseado, ocioso e impuntual; no le importan las apariencias, pero si tiene el quinto como rayo secundario, el sujeto cambiará totalmente. Los rayos tercero y quinto producen el historiador perfecto y equilibrado, que capta ampliamente su tema y verifica con paciente exactitud todos los detalles. Además los rayos tercero y quinto unidos, producen los grandes matemáticos que se remontan a los niveles del pensamiento y a los cálculos abstractos y pueden llevar los resultados obtenidos a la aplicación científica. El estilo literario del hombre de tercer rayo es con demasiada frecuencia complicado e indefinido, pero esto cambia si está influenciado por el primero, cuarto, quinto o séptimo rayos; bajo el quinto rayo será un maestro de la pluma.
El método para curar enfermedades del hombre de tercer rayo consiste en emplear las drogas extraídas de minerales o de yerbas que pertenecen al mismo rayo del paciente a quien desea aliviar.
El método de emprender la gran Búsqueda que corresponde a este tipo de rayo es reflexionando profundamente sobre líneas filosóficas o metafísicas, hasta llegar a comprender el grandioso más Allá y la gran importancia que tiene hollar el Sendero que lo conduce allí.
EL CUARTO RAYO DE ARMONÍA A TRAVÉS DEL CONFLICTO
Virtudes especiales:
Grandes afectos, simpatía, valor físico, generosidad, devoción, intelecto y percepción rápidos.
Vicios del rayo:
Egocentrismo, preocupación, inexactitud, falta de valor moral, fuertes pasiones, indolencia; extravagancia.
Virtudes a ser adquiridas:
Serenidad, confianza, autocontrol, pureza, altruismo, exactitud, equilibrio mental y moral.
A este rayo se lo denomina “el rayo de la lucha” porque en él las cualidades rajas (actividad) y tamas (inercia) están en forma extraña, tan equilibradas, que la lucha entre ambas quebranta la naturaleza del hombre de cuarto rayo; cuando el resultado es satisfactorio se lo denomina el “Nacimiento de Horus” o del Cristo, originado por la agonía del dolor y el constante sufrimiento.
Tamas o inercia, produce apego a las comodidades y a los placeres, detesta causar dolor y llega hasta la cobardía moral, la indolencia, y a dejar las cosas como están, a descansar y a no pensar en el mañana. Rajas o actividad, es fogosa, impaciente e impulsa siempre a la acción. Estas fuerzas opuestas de la naturaleza convierten la vida del hombre de cuarto rayo en una perpetua lucha y desasosiego; las fricciones y las experiencias así adquiridas traen una rápida evolución, pero el hombre puede fácilmente convertirse en un héroe o en una nulidad.
Es el rayo del valiente capitán de caballería, indiferente a sus propios riesgos y a los de sus seguidores. El hombre que pertenece a este rayo hará que renazca la esperanza perdida, porque en los momentos de gran excitación es dominado totalmente por rajas o actividad; es el rayo del arriesgado especulador y del tahúr, lleno de entusiasmo y proyectos, fácilmente agobiado por el fracaso o el dolor, pero recuperándose rápidamente de sus reveses e infortunios.
Es preeminentemente el rayo del color, del artista, cuyo colorido es siempre admirable, aunque sus dibujos muchas veces son defectuosos (Watts pertenecía al cuarto y segundo rayos). El hombre de cuarto rayo ama el color, y generalmente puede crearlo. Si no ha tenido entretenimiento como artista, con toda seguridad el sentido del color se expresará en otra forma, como selección en el vestir y en la decoración.
Las composiciones musicales de cuarto rayo están plenas de melodía, porque el hombre que pertenece a este rayo ama la melodía. Como escritor o poeta, su trabajo será con frecuencia brillante y abundarán las pintorescas descripciones pictóricas, pero serán inexactas, exageradas y frecuentemente pesimistas. Por lo general se expresa bien y tiene sentido del humor, pero, según su disposición de ánimo, pasará de una conversación brillante a un silencio melancólico. Es una persona deliciosa y difícil de convivir con ella.
El mejor método para curar, del hombre que pertenece al cuarto rayo, es el masaje y el magnetismo, utilizados con conocimiento.
El método de acercamiento al Sendero será por autocontrol, adquiriendo así el equilibrio entre las fuerzas antagónicas de la naturaleza. El camino inferior y extremadamente peligroso, es el del Hatha Yoga.
EL QUINTO RAYO DE LA MENTE INFERIOR
Virtudes especiales:
Declaraciones estrictamente exactas, justicia (sin clemencia), perseverancia, sentido común, rectitud, independencia, intelecto agudo.
Vicios del rayo:
Crítica mordaz, estrechez mental, arrogancia, carácter rencoroso, carente de compasión, irreverente, lleno de prejuicios.
Virtudes a ser adquiridas:
Reverencia, devoción, conmiseración, amor y amplitud mental.
Es el rayo de la ciencia y de la investigación. El hombre que pertenece a este rayo poseerá un intelecto agudo, gran exactitud en los detalles y hará incansables esfuerzos para llegar al origen de los detalles más pequeños y comprobar todas las teorías. Por lo general será excesivamente veraz, explicará en forma lúcida los hechos, aunque a veces sea pedante y cansador debido a su obstinación en repetir menudencias triviales e innecesarias. Será ordenado, puntual y eficiente; no le agradará recibir favores ni halagos.
Es el rayo del químico eminente, del electricista práctico, del ingeniero sobresaliente, del gran cirujano. El estadista que pertenece al quinto rayo tendrá puntos de vista estrechos, pero será excelente director de algún departamento técnico especial, aunque persona desagradable para sus subordinados. El militar se adaptará más fácilmente a la artillería y a la ingeniería. Es raro encontrar al artista en este rayo, a no ser que lo influyan, como rayos secundarios, el cuarto y el séptimo. Aún así el colorido será apagado y las esculturas carecerán de vida; la música, si es compositor, no será atractiva, aunque técnicamente correcta en su forma. El estilo en el escritor y orador será la claridad misma, pero carecerá de vehemencia y esencia; frecuentemente se extenderá demasiado, debido al deseo de decir todo lo que puede sobre el tema que trata. Como cirujano será perfecto y sus mejores curaciones serán hechas por medio de la cirugía y la electricidad.
El método de acercamiento al Sendero para los que pertenecen al quinto rayo es mediante la investigación científica llevada al máximo, y la aceptación de las deducciones extraídas.
EL SEXTO RAYO DE DEVOCIÓN
Virtudes especiales:
Devoción, concentración mental, amor, ternura, intuición, lealtad, reverenda.
Vicios del Rayo:
Amor egoísta y celoso, depende demasiado de los demás, parcialidad, autoengaño, sectarismo, superstición, prejuicios, conclusiones demasiado rápidas, arranques de ira.
Virtudes a adquirirse:
Fortaleza, autosacrificio, pureza, veracidad, tolerancia, serenidad, equilibrio, sentido común.
A este rayo se lo denomina el rayo de la devoción. El hombre que pertenece a este rayo tiene instintos e impulsos religiosos y un intenso sentimiento personal, y no considera nada equitativamente. Todo a sus ojos es perfecto o intolerable; sus amigos son ángeles, sus enemigos el reverso. Sus puntos de vista, en ambos casos, no se basan en los méritos intrínsecos de cada uno, sino en el modo con que la persona lo atrae, o por la simpatía o antipatía que demuestra hacia sus ídolos favoritos, sean estos concretos o abstractos, porque es muy devoto a una persona o a una causa.
Siempre debe tener un “Dios personal”, una encarnación de la Deidad para adorar. El mejor individuo de este tipo de rayos es el santo, el peor el intolerante y el fanático, el mártir y el inquisidor típico. Todas las guerras religiosas o cruzadas, han sido originadas debido al fanatismo de sexto rayo.
El hombre es frecuentemente de naturaleza benévola, pero puede enfurecerse y ser irascible. Ofrendará su vida por el objeto de su devoción o veneración, pero no levantará un dedo para ayudar a aquellos por quienes no siente simpatía. Como soldado odia la guerra, pero muchas veces en el fragor de la batalla luchará como un poseído. Nunca será un gran estadista ni hombre de negocios, pero puede ser un gran predicador u orador. Será el poeta de las emociones (tal como Tennyson) y el autor de libros religiosos, en poesía o en prosa. Siente devoción por la belleza, el color y todas las cosas agradables, pero no tendrá gran capacidad productiva, a no ser que se halle influido por uno de los rayos de las artes prácticas, el cuarto o el séptimo. Su música será melodiosa y frecuentemente compondrá oratorias o música sacra.
El método de curación para el hombre de este rayo será por la fe y la oración.
El acercamiento al Sendero será a través de las plegarias y la meditación a fin de lograr la unión con Dios.
EL SÉPTIMO RAYO DE ORDEN CEREMONIAL ó MAGIA
Virtudes especiales:
Fortaleza, perseverancia, valor, cortesía, excesivamente detallista, confianza en sí mismo.
Vicios del Rayo:
Formulismo, intolerancia, orgullo, estrechez mental, criterio superficial, excesivo engreimiento.
Virtudes a adquirirse:
Comprensión de la unidad, amplitud mental, tolerancia, humildad, benevolencia, amor.
Éste es el rayo del ceremonial por el cual el hombre se deleita de “todas las cosas realizadas en forma decente y ordenada” y de acuerdo a reglas y precedentes. Del gran sacerdote y el chambelán de la corte, del militar que es genio nato para la organización; del administrador general, que vestirá y alimentará a sus tropas de la mejor manera posible; de la perfecta enfermera que cuida los menores detalles, aunque a veces se inclina demasiado a no considerar la idiosincrasia de los pacientes, y trata de obligarlos a que se ajusten a una rutina.
Es el rayo de la forma, del perfecto escultor que ve y produce la belleza ideal, del diseñador de hermosas formas y de los moldes de cualquier tipo; pero un hombre así no tendría éxito como pintor, a no ser que ejerza influencia el cuarto rayo. La combinación del cuarto con el séptimo rayo podría dar el tipo más elevado de artista, la forma y el color serían sublimes. El trabajo literario del hombre que pertenece al séptimo rayo será notable por su estilo super refinado, y como escritor se preocupará más por la forma que por el tema de su trabajo, pero poseerá fluidez para escribir y hablar. El hombre de séptimo rayo será frecuentemente sectario; se deleitará con los ceremoniales y las fiestas de guardar, las grandes procesiones y espectáculos, los desfiles navales y militares, el estudio del árbol genealógico y las reglas de precedencia.
El individuo indeseable que pertenece al séptimo rayo es supersticioso; un hombre de esta naturaleza se preocupará por las premoniciones, los sueños, las prácticas ocultistas y los fenómenos espiritistas. El individuo deseable de este rayo tiene la absoluta intención de hacer lo correcto, pronunciar la palabra correcta en el momento oportuno, de allí su gran éxito social.
Los métodos de curación para el hombre de séptimo rayo serán aplicar con extrema exactitud el tratamiento ortodoxo para curar la enfermedad. La práctica de la Yoga no le ocasiona males físicos.
Se acercará al Sendero cumpliendo las reglas de la práctica y el ritual, y puede fácilmente evocar y controlar las fuerzas elementales.
MÉTODOS DE ACTUACIÓN DE LOS RAYOS
Éstos son veintiuno, que sintetizados forman los veintidós métodos que expresan la gran Ley de Atracción.
I. Rayo de Voluntad o Poder.
- Destrucción de las formas mediante la interacción grupal. 1.
- Estímulo del yo, el principio egoico. 2.
- Impulso espiritual o energía. 3.
II. Rayo de Amor-Sabiduría.
- Construcción de las formas mediante el intercambio grupal. 4.
- Estímulo del deseo, el principio del amor. 5.
- Impulso del alma o energía. 6.
III. Rayo de Actividad o Adaptabilidad.
- Vitalización de las formas mediante el trabajo grupal. 7.
- estímulo de las formas, el principio etérico o pránico. 8.
- Impulso material o energía. 9.
IV. Rayo de Armonía o Unión.
- Perfeccionamiento de las formas mediante la interacción grupal. 10.
- Estímulo de los Ángeles Solares o principio manásico. 11.
- Energía intuitiva o búdhica. 12.
V. Rayo de Conocimiento Concreto.
- Analogía entre el tipo y la forma por la influencia grupal. 13.
- Estimulo del cuerpo físico denso logoico, los tres mundos. 14.
- Energía mental o impulso, manas universal. 15.
VI. Rayo de idealismo Abstracto o Devoción.
- Reflejo de la realidad mediante el trabajo grupal. 16.
- Estímulo del hombre mediante el deseo. 17.
- Deseo de la energía, instinto o aspiración. 18.
VII. Rayo de Orden Ceremonial.
- Unión de la energía y la sustancia mediante la actividad grupal. 19.
- Estímulo de las formas etéricas. 20.
- Energía vital. 21.
NOTAS DEL EDITOR.
1. Los rayos cósmicos fueron descubiertos por Robert Andrews Millikan, premio nobel de física en 1923. El campo magnético de la Tierra los afecta, aprisiona las partículas formando dos regiones concéntricas llamadas los cinturones de Van Allen. Constituyen aspectos del kundalini planetario, y su efecto será el mismo en el cuerpo del Logos planetario, la Tierra, así como sucede en el cuerpo humano.
Fuente: www.hermandadblanca.org