miércoles, 17 de febrero de 2010

ERRORES EN NUESTRAS PETICIONES A DIOS


No tendréis lo que pedís, ni podéis tener nada de lo que queráis. Y ello porque vuestra propia petición es una afirmación de vuestracarencia, y el decir que queréis una cosa únicamente sirve paraproducir esa experiencia concreta -la carencia- en vuestra realidad.
Por lo tanto, la oración correcta no es nunca de súplica, sino de gratitud.
Cuando dais gracias a Dios por adelantado por aquello que habéis decidido experimentar en vuestra realidad, estáis efectivamentereconociendo que eso está ahí... en efecto. La gratitud es,pues, la más poderosa afirmación dirigida a Dios; una afirmación ala que Yo habré contestado incluso antes de que me la formuléis.
Así pues, no supliquéis nunca. Antes bien, agradeced.
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Si lo entiendo bien, ¿dices que mi éxito mundano (sigo intentando que hablemos de mi ocupación) vendrá determinado por el estado de ser que yo elija?
A mí no me preocupa tu éxito mundano; sólo a ti.
Es cierto que, cuando alcanzas determinados estados del ser durante un período de tiempo prolongado, resulta muy difícil eludir el éxitoen aquello que estés haciendo en el mundo. Pero no debes preocupartepor «ganarte la vida». Los auténticos Maestros son aquellos quehan elegido ganar la vida, en lugar de ganarse la vida.
De determinados estados del ser brotará una vida tan rica, tan plena, tan magnífica y tan valiosa, que los bienes y el éxito mundanosdejarán de preocuparte.
La ironía de la vida es que, en cuanto los bienes y el éxito mundanos dejan de preocuparte, éstos empiezan a afluir hacia ti.
Recuerda que no puedes tener lo que quieres, sino que puedes experimentar lo que tienes.
¿No puedo tener lo que quiero?
No.
Ya me lo habías dicho antes, muy al principio de nuestro diálogo.
Sin embargo, no lo entiendo. Creía que me habías dicho que podía tener cualquier cosa que quisiera. «Tal como pienses, tal como creas, así se te dará», y todo eso.
Las dos afirmaciones no se contradicen entre si
¿No? Pues a mí me lo parece.
Eso es porque te falta entendimiento.
Lo admito. Por eso es por lo que estoy hablando contigo.
Te lo explicaré. No puedes tener nada que quieras. El propio acto de querer algo aleja ese algo de ti, tal como ya dije en elprimer capítulo.
Bueno, puede que ya lo dijeras, pero me estoy perdiendo por momentos.
Trata de seguirme. Voy a repasarlo de nuevo con más detalle. Volvamos a un punto que sí entiendes: el pensamiento es creador. ¿Deacuerdo?
De acuerdo.
La palabra es creadora. ¿Vale?
Vale.
La acción es creadora. Pensamiento, palabra y obra son los tres niveles de creación. ¿Me sigues?
Perfectamente.
Bien. Ahora vayamos de momento al tema del «éxito mundano», que es de lo que hablabas y sobre lo que me preguntabas.
¡Magnifico!
Entonces, ¿tú tienes el pensamiento: «Yo quiero el éxito mundano»?
Sí, a veces.
¿Y a veces tienes también el pensamiento: «Yo quiero más dinero»?
Sí.
Entonces, no puedes tener ni éxito mundano ni más dinero.
¿Por qué no?
Porque el universo no puede hacer otra cosa que producir la manifestación directa de tu pensamiento.
Tu pensamiento es: «Yo quiero el éxito mundano». Has de entender que el poder creador es como un genio en una botella. Tus palabras sonórdenes para él. ¿Lo entiendes?
Entonces, ¿por qué no tengo más éxito?
Ya te lo he dicho: porque tus palabras son órdenes para él. Tus palabras son: «Yo quiero éxito». Y el universo responde: «Deacuerdo».
No estoy seguro de seguirte.
Míralo de este modo. La palabra «yo» es la clave que pone en marcha el motor de la creación. Las palabras «yo quiero» son sumamentepoderosas. Son afirmaciones al universo. Ordenes.
Ahora bien: cualquier cosa que siga a la palabra «yo» (que hace que surja el Gran Yo Soy) tiende a manifestarse en realidad física.
Por lo tanto, «yo» + «quiero éxito» produce que tú quieras éxito. «Yo» + «quiero dinero» produce necesariamente que túquieras dinero. Y no puede producir otra cosa, ya que lospensamientos y las palabras son creadores. También lo son los actos.Y si tú actúas de un modo que afirme que quieres éxito ydinero, entonces tus pensamientos, palabras y actos están deacuerdo, y puedes estar seguro de que tendrás la experienciade este «querer».
¿Lo ves?
¡Sí! ¡Dios mío! ¿Realmente funciona así?
¡Y tanto! Eres un creador sumamente poderoso. Ahora bien, te concedo que si has tenido un Pensamiento, o has hecho una afirmación,sólo una vez -por ejemplo, en un momento de enfado o defrustración-, no es probable que vayas a convertir talesPensamientos o palabras en realidad. Así; no debe preocuparte decir«¡Muérete!» o «¡Vete al infierno!», o todas las demás cosaspoco agradables que a veces dices o piensas.
¡Gracias a Dios!
No hay de qué. Sin embargo, si repites un Pensamiento, o Pronuncias una palabra, una y otra vez -no una vez ni dos, sino docenas, centenares,millares de veces-, no tienes ni idea de su poder creador.
Un pensamiento o una palabra expresado y vuelto a expresar, se convierte justamente en eso: en expresado. Es decir, en algo exteriorizado. Seconvierte en algo realizado externamente. Se convierte en tu realidadfísica.
¡No te fastidia!
Eso es exactamente lo que muy a menudo produce: fastidio. Vosotros amáis el fastidio, el pesar, el drama; es decir, en tanto no hagáisotra cosa. Habrá un determinado momento en vuestra evolución en elque dejaréis de amar el drama, dejaréis de amar la «historia» quehabéis vivido hasta ahora. Es entonces, cuando decidiréis-elegiréis activamente- cambiarla. Sólo que la mayoría no sabecómo hacerlo; y tú ahora sí lo sabes. Para cambiar tu realidad,simplemente deja de pensar como lo haces.
En este caso, en lugar de pensar: «Yo quiero éxito», piensa: «Yo tengo éxito».
Me parece que es mentirme a mí mismo. Sería burlarme de mí mismo decir eso. Mi mente me gritaría: «¡No digas idioteces!».
Entonces, piensa un Pensamiento que puedas aceptar.. «Ahora voy a tener éxito», o «Cada vez estoy más cerca del éxito».
Así que ese es el truco de las técnicas de afirmación que utilizan determinadas corrientes de la Nueva Era...
Las afirmaciones no funcionan si no son más que declaraciones de algo que quieres que sea verdad. Las afirmaciones sólo funcionan cuandoson declaraciones de algo que ya sabes que es verdad.
La mejor «afirmación» es una declaración de gratitud y reconocimiento. «Gracias, Señor, por darme el éxito en mi vida».Ahora bien, esa idea, pensada, dicha y realizada, produceresultados maravillosos cuando proviene de un auténticoconocimiento; no de un intento de producir resultados, sino dela conciencia de que los resultados ya se han producido.
Jesús lo tuvo muy claro. Antes de cada milagro, Me daba las gracias por adelantado por su realización. Nunca se le ocurrió no estaragradecido, puesto que nunca le ocurrió que lo que Él declaraba nosucediera. Su mente nunca albergó ese pensamiento.
Tan seguro estaba de Quién era y de su relación conmigo, que cada pensamiento, palabra u obra suyos reflejaba su conciencia; delmismo modo que tus pensamientos, palabras y obras reflejan la tuya...
Así pues, si hay algo que decidas experimentar en tu vida. no lo «quieras»; decídelo.
EXTRACTOS DEL LLIBRO CONVERSACIONES CON DIOS VOL III

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