El árbol, por contrario, toma su tiempo, bebe la vida en tragos cortos, la saborea solemne y pausadamente.
De algún modo, los árboles están fuera del tiempo o de nuestro ritmo temporal.
-Su larga y sosegada vida los hace sabios y así representan
la imagen y la garantía de estabilidad para el medio. No en vano son además nuestros
la imagen y la garantía de estabilidad para el medio. No en vano son además nuestros
hermanos más altos, y los más profundos, siempre auscultando la tierra con raíces infinitas...
Si además de com
prender, queremos vivenciar al árbol de algún modo y establecer
vínculos, nuestra mentalidad y espíritu deben aquietarse para alcanzar el ri
tmo d
el árbol...Así comienza el diálogo que nos permitirá acceder a un conocimiento profundo...El árbol vive ya en ese tiempo sagrado que podemos alcanzar por medio de diferentes técnicas o por su simple
compañía e inspiración. D
e esta forma el hombre puede conocer diferentes realidades y adentrarse en la experiencia mística, mítica, mágica..
Aquí el árbol funciona como medio y fin; es cierto, existen
infinidad de caminos con corazón para llegar al centro de nuestro propio ser, pero todos ellos, antes o después,
aparecen bordeados por árboles frondosos...
Ellos nos enseñan que basta con estar aquí, y justamente
Ellos nos enseñan que basta con estar aquí, y justamente
cuando descansamos a su sombra, después del largo camino, nos traspasa la luz del espíritu..."
Fuente: meditacionesenelmarrojo.blogspot.com
No hay comentarios:
Publicar un comentario