Además de explicar detalladamente la milenaria filosofía espiritual que sustenta al Hinduismo, a la vez que ejemplificar el aspecto práctico de la misma y sus diferentes alternativas, el Swami dejó clara una cuestión que, en ocasiones, causa confusión, a saber: “El Hinduismo no es politeísta”.
Hoy, ciento veinte años después de aquellos discursos esclarecedores, tengo la sensación de que la mayoría de las personas en Occidente cree que el Hinduismo es, efectivamente, politeísta.
Brahman
A esta altura, los lectores crónicos del blog ya saben la historia, pues en más de una oportunidad se habló del tema. De todos modos, me gustaría resumir algunos de esos conceptos tratando de dejarlos claros.Y no porque yo sea hinduista (que no lo soy) o quiera defender una cosmovisión en particular, sino porque el completo entendimiento del teísmo hindú repercute en la aplicación de las enseñanzas espirituales, que a la sazón, son lo que me interesa.
Entonces, el Hinduismo es monoteísta. El nombre que recibe este dios es Brahman, y se correspondería con el Alá del Islamismo; el Yahvé del Judaísmo; el Ahura-Mazda de los zoroastrianos y el Padre Celestial de los cristianos.
Brahman es inmanifestado, es decir, no tiene forma, es único y es infinito.
A este respecto, la idea de divinidad del Hinduismo no es exclusivamente masculina, ya que el aspecto femenino es igual de importante, y se lo conoce con el nombre de Shakti, que viene a ser la puesta en acción de la energía inmanifestada del Absoluto. Es decir, el aspecto masculino de la divinidad representa el poder absoluto y no manifestado, mientras que el aspecto femenino simboliza la energía dinámica que pone dicha fuerza en movimiento, haciendo funcionar el universo.
Mi analogía favorita, que tantas veces usé, es el sol y sus rayos, siendo el primero la fuerza del Absoluto, y los segundos la manifestación concreta a través del dinamismo de la, así llamada, Madre Divina.
Trinidad
Asimismo, esta cualidad sin forma de Brahman, es lo que lleva a su representación mediante cientos y miles (algunos dicen millones) de imágenes y deidades en la India. Dicha representación siempre es parcial, pues es imposible, todos acuerdan, representar algo absoluto y sin forma.Lo que se hace, en cambio, es simbolizar diferentes aspectos y cualidades de ese Dios único.
De todos modos, es verdad que hay algunas deidades más importantes que otras, y en este sentido el primer puesto se lo lleva la Trinidad elemental del Hinduismo: Brahma (que no es Brahman!) representa el proceso de “Creación”; Vishnu el de “Preservación”; y Shiva el de “Destrucción / Regeneración”.
Se trata de una tríada que expresa de manera simple el proceso cíclico del Universo, basada en un Dios que no tiene principio ni fin y en la teoría de la reencarnación.
A su vez, cada uno de estos tres aspectos principales de Brahman tienen sus contrapartes femeninas, sus Shaktis: Saraswati; Lakshmi; y Kali, respectivamente.
Si bien la Trinidad Brahma-Vishnu-Shiva (junto a sus consortes femeninas) es fundamental por simbolizar el ciclo de la vida, hay también muchas otras deidades e imágenes que representan aspectos menos elementales.
Por ejemplo, Hanuman, el dios mono, encarna la fidelidad y el valor. Lakshmi, la consorte de Vishnu, representa también la prosperidad y la buena suerte derramando monedas de oro desde una de sus cuatro manos. A su vez, Skanda (Muruga en el sur de la India) es el dios de la guerra, y personifica al guerrero eternamente joven.
Sin dudas, la imagen favorita para hindúes y no hindúes es Ganesha, un niño con cabeza de elefante, deidad de la sabiduría, los viajeros y los estudiantes; removedor de obstáculos y dador de auspiciosidad en cada inicio.
En esta línea, algunas de las deidades y sus representaciones pueden parecernos muy simples, mientras otras nos parecen complejas, llenas de simbolismos; algunas son francamente amigables, mientras otras son feroces e intimidantes; algunas son inspiradoras y motivo de devoción; otras son sólo bellos y exóticos colores…
Como dije, las distintas imágenes y deidades del Hinduismo no son otra cosa que una representación, parcial, de los diferentes e inabarcables aspectos o atributos de ese Absoluto inmanifestado, que podríamos llamar Dios.
Disertación
Sobre este tema, Swami Vivekananda también dio un discurso, como anticipé, en el Parlamento Mundial de las Religiones de Chicago, en 1893. Citó, entonces, un extracto de su “Disertación sobre el Hinduismo” (Ediciones Kier, 1971):“Ante todo puedo deciros que no existe politeísmo en la India. Si uno se detiene a escuchar, hallará que en cada templo los devotos aplican todos los atributos de Dios, incluso la omnipresencia, a las imágenes. Esto no es politeísmo, ni tampoco la denominación de henoteísmo explicaría la situación..
Hermanos míos, a nosotros nos es tan imposible pensar sin una imagen mental, como vivir sin respirar. Por ley de asociación, la imagen material evoca la idea mental y viceversa. Por este motivo el hindú usa un símbolo externo cuando adora, y os dirá que ello le ayuda a mantener fija la mente en el Ser a quien adora. Sabe, tan bien como vosotros, que la imagen no es Dios, ni es omnipresente..
Así como hallamos que de un modo u otro tenemos que asociar nuestras ideas de infinidad con la imagen del cielo azul o del mar, por las leyes de nuestra constitución mental, así también relacionamos nuestra idea de santidad con la imagen de una iglesia, de una mezquita o de una cruz..
Los hindúes han asociado las ideas de santidad, pureza, verdad, omnipotencia y otras, con diferentes imágenes y formas. Pero con esta diferencia: mientras que algunas personas dedican toda su vida al ídolo de su iglesia y nunca se elevan más porque para ellos la religión significa un asentimiento a ciertas doctrinas y hacer bien a sus semejantes, toda la religión hindú se halla concentrada en la realización. El hombre ha de llegar a ser divino por la realización de lo divino; los ídolos, los templos, las iglesias y los libros son tan sólo los soportes, las ayudas de su infantil espiritualidad; pero debe continuar progresando constantemente..
Si un hombre puede realizar su naturaleza divina con el auxilio de una imagen, ¿sería justo llamar pecado a esto? Ni aun cuando haya pasado por este estado debería llamarlo error. Para el hindú, el hombre no pasa del error a la verdad, sino que va de verdad en verdad, de una verdad inferior a una superior. Para él todas las religiones, desde el más bajo fetichismo al más elevado absolutismo, significan otros tantos esfuerzos del alma humana por realizar y alcanzar lo Infinito..
Unidad en la variedad es el plan de la naturaleza, y el hindú lo ha reconocido..
Los hindúes han descubierto que lo Absoluto sólo puede ser realizado, imaginado o expuesto, mediante lo relativo; y las imágenes, cruces y medias lunas constituyen simplemente otros tantos símbolos, otras tantas perchas donde colgar ideas espirituales. No es que esta ayuda resulta necesaria para todos, pero quienes no la necesitan no tienen derecho a decir que es mala. Ni es obligatoria en el Hinduismo”.
Meta
Al comienzo dije que entender el monoteísmo hindú y el porqué de tantas deidades e imágenes era clave para comprender una enseñanza espiritual universal: Todos los caminos van hacia la misma meta.Pero también, gracias a la clara explicación de Vivekananda, no sólo uno puede hacerse más tolerante y aceptador, sino que puede profundizar en la utilidad (y a veces inevitabilidad) de las imágenes, y en su función principal como herramientas para la auto-realización.
Auto-realización que – a veces escondida bajo las meras teorías, otras veces tácitamente, otras a flor de piel – es el fin último de todas las religiones verdaderas, sin importar las muchas o pocas deidades que éstas puedan tener.
Imágenes:
cabalaytarot.com
sabersiocupalugar.blogspot.com
lagrini99.skyrock.com
ramakrishnavivekananda.info
Fuente: http://hijodevecino.net/
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