¿Sabías que la “alimentación consciente” es un proceso que se inicia con tus compras, sigue en tu cocina y finaliza en tu manera de comer? ¿Sabías que comer con atención plena, puede convertirse en la mejor aliada de tu dieta?
A continuación comparto información sobre las 3 etapas de la alimentación consciente y algunos consejos simples para que puedas poner en práctica:
1. Compras conscientes: La alimentación es un proceso que comienza con la elección correcta y compra de productos. ¿Querés mejorar tus hábitos de consumo? Aquí algunas ideas:
a. Chequeá las condiciones de higiene del lugar donde comprás, la limpieza del espacio y de los vendedores;
b. Elegí los productos más frescos, frutas y verduras de estación;
c. No hagas compras en piloto automático, leé y analizá la tabla nutricional para tomar decisiones.
2. Cocina consciente: Tiene el objetivo de generar conciencia alrededor del acto de cocinar, no solamente para conseguir un plato gourmet sino para sostener la salud y la calidad de vida de los que comen. Cuando comemos bien nos sentimos mejor. ¿Querés mejorar tus hábitos a la hora de cocinar? Aquí algunas ideas:
a. Elegí en lo posible alimentos agroecológicos sin agregados químicos;
b. Elegí alimentos más frescos y naturales, alejados de los saborizantes y conservantes químicos;
c. Dejá de lado las latas, congelados, alimentos procesados, los azúcares refinados y harinas blancas;
d. Volvé a lo natural, a los sabores más puros que nos ofrece la naturaleza;
e. Recordá que cocinar es un acto de AMOR.
3. Comer consciente: Aprender a comer de manera consciente es la clave para una vida llena de salud y paz. Centros de investigación como la Universidad de Harvard han investigando los beneficios que trae comer de manera consciente y cómo nos ayuda a volver a escuchar lo que nuestro cuerpo nos está diciendo acerca del hambre y la saciedad. ¿Querés mejorar tus hábitos a la hora de comer? Aquí algunas ideas:
a. Observá las sensaciones, emociones y pensamientos que surgen al momento de comer, sin juzgarlos;
b. ¿En qué parte del cuerpo sentís el hambre?, ¿en qué parte sentís que estás satisfecho?, ¿cómo se siente estar medio lleno o lleno del todo?;
c. Desactivá el piloto automático y comé de manera pausada prestando atención a las texturas, colores, aromas y sabores que nos brindan nuestros alimentos;
d. Prestá atención a la mente mientras comés, aprendé a observar cuándo se distrae la mente, los juicios y monólogos internos que surgen, y cómo se aleja tu conciencia de la atención a lo que estas comiendo;
e. Los viejos hábitos de comer y no poner atención no son fáciles de cambiar. El cambio duradero lleva tiempo, y se construye sobre muchos pequeños cambios, pero comienza de manera simple.
Cada vez que experimentes el placer de comer con atención, vas a querer permanecer despierto a las otras actividades de la vida. Vivir “este momento” y estar más presente te hará más efectivo y feliz.
Espero haber aportado mi granito. El saber nos hace responsables, por eso te aliento a que pongas manos a la obra para mejorar tus hábitos en la alimentación.
Un mundo mejor es posible y todo cambio comienza por uno. ¿Te sumás?
Marcela D’Ambrosio
Live Work & Joy
Coach Ontológica – Especialista en Ecología Social
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